Lo pospuso para marzo, por la falta de un apoyo más contundente de la CGT y del PJ. La Casa Rosada busca también evitar un desgaste como el producido cuando se sancionó la ley previsional.
El Gobierno nacional postergó el debate de la reforma laboral, previsto inicialmente para febrero, en principio para marzo, por la falta de apoyo de la CGT y el PJ y para evitar jornadas de protestas e incidentes como las ocurridas cuando se trató y sancionó la ley previsional.
Según publicó La Nación, desde el Ejecutivo consideran que los ánimos no son los adecuados para intentar la aprobación del proyecto ni discutirlo el mes que viene en sesiones extraordinarias.
De acuerdo a ese diario, fuentes de la Casa Rosada indicaron que se necesita "un nivel de consenso explícito", superior al que se presenta en este momento.
Otro de los argumentos para enfriar el tratamiento de la reforma es evitar forzar el vínculo con los gobernadores, principalmente con aquellos que "colaboraron" para que Cambiemos sume votos en el Congreso para alcanzar la ley previsional.
La mirada de la CGT y la oposición
El dirigente cegetista Héctor Daer, integrante del triunvirato que conduce la central obrera, aseguró ayer que el proyecto de reforma laboral impulsado por el Poder Ejecutivo se trata de "un proyecto del Gobierno", con lo cual -afirmó- "si el Gobierno quiere traccionarlo, que lo traccione el Gobierno".
"Esto fue lo que se discutió, pero no es un proyecto nuestro. Algunas cosas se han modificado, otras se han sacado totalmente, pero esto no es un proyecto nuestro, ni un planteo del movimiento obrero, sino un proyecto exclusivo del Poder Ejecutivo", aseveró este mediodía Daer en declaraciones formuladas a radio El Mundo.
El diputado nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) Nicolás del Caño, por su parte, estimó que "la presión desde abajo" en los gremios puede poner en "una encerrona" a los dirigentes de la CGT que tienen una "postura negociadora", cuando se debata en el Congreso el proyecto de reforma laboral que impulsa el Gobierno.
"Creemos que el rechazo de los trabajadores al proyecto de reforma laboral del Gobierno será aún mayor que el generado por la modificación de la ley previsional. La presión desde abajo en los gremios será una encerrona para la CGT y su postura dialoguista. Habrá mucha resistencia", vaticinó Del Caño en diálogo con Télam.
Cadena3
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