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Fiel devoto de la Virgen María, fue a la vez gran apóstol popular y formador y director de almas santas
Hoy también se festeja a:
Martirologio Romano: En Nápoles, san Juan José de la Cruz (Carlos) Gaetano, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, siguiendo las huellas de san Pedro de Alcántara, restableció la disciplina de la Regla en muchos conventos de la provincia de Nápoles.
Juan significa: Aquel que es fiel a Dios, viene del Hebreo
Sacerdote profeso de la Orden franciscana, que nació en Isquia y murió en Nápoles. Digno seguidor de San Pedro de Alcántara, de vida austera, contemplativa y carismática, muy devoto de la Virgen María, fue a la vez gran apóstol popular y formador y director de almas santas.
Biografía
San Juan José de la Cruz, nace en 1654 en la isla de Ischia, frente a Nápoles, de una familia cristianísima, cuyos cinco hijos se consagran a Dios en la vida religiosa
Desde muy joven se sintió atraído por la figura de san Francisco de Asís, pero en aquellos tiempos la Orden franciscana no estaba en sus mejores momentos. En 1670 ingresó en los franciscanos alcantarinos, reforma que había iniciado san Pedro de Alcántara. Toda su vida la realizó en una completa Cuaresma de oración y penitencia, con ayunos, y cilicios en cruz, rigurosísimos.
Sobresaliente por su austeridad, insistió en una austeridad igual de estricta para los novicios a su cargo. Incluso tuvo la idea de edificar eremitorios fuera del edificio principal del monasterio, de modo que pudiese practicar una autodisciplina aún mayor. A pesar de su exacta observancia de las reglas de su orden, puso también un especial cuidado en que los novicios tuvieran tiempos regulares de recreo. Entendió, que lejos de ser un lujo, el recreo es una necesidad del espíritu humano.
En su amor a la pobreza, llega a ser llamado "el Padre Cien Remiendos". A su hábito lo considera como la túnica de Cristo, signo de su consagración a él.
Como todo reformador no escapó de las humillaciones, las injurias y las calumnias, por lo tanto fue objeto de toda clase de vejaciones que le hicieron sufrir por y con Cristo. Para hacer frente a la conjura tramada contra él, puso la fe y se defendió con la penitencia y la caridad. Vivió una pobreza extrema e hizo penitencias durísimas como ya había hecho san Pedro de Alcántara. Sufrió de una amplia fenomenología mística.
San Juan José de la Cruz murió en Nápoles de un ataque de apoplejía, a la edad de 80 años, el 5 de marzo de 1734, confió siempre en la Providencia de Dios.
Fue canonizado el día 26 de mayo de 1839 por el Papa Gregorio XVI.
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Fuente: Magnificat.ca
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