El
actor, que brilló en obras de teatro, cine y televisión, donde era
recordado por sus participaciones en telenovelas como "Simplemente
María" y "Dos a quererse", murió ayer a los 76 años.
Los
restos de Barbero son velados en la casa Zucotti Hnos., Thames 1164,
hasta anoche a las 22 y hoy serán despedidos a las 9.30 en la Capilla
del Cementerio de la Chacarita y, luego cremados.
Nacido en 1937 en San Guillermo, provincia de Santa Fe, Barbero comenzó su carrera en radioteatros y alcanzó una enorme popularidad por su desempeño en televisión, en tanto que tuvo importantes participaciones en puestas teatrales y en numerosos filmes dirigidos por Manuel Antín, Sergio Renán y Adolfo Aristarain.
Barbero se desempeñó en doblajes, aportó su voz en noticieros cinematográficos, y como relator, de filmes como "Los hijos de Fierro", "Casas de fuego", "Sinfín", "La República Perdida II" y el dibujo animado "Cóndor Crux".
Precisamente, en cine comenzó su tarea como voz de doblaje en español de Rossano Brazzi en "El gran robo" (1968), a la que siguieron sus primeras apariciones delante de las cámaras en "La venganza del sexo", "Invasión" y "Estirpe de raza", entre otras.
Su filmografía continuó con "La bestia desnuda", "Bajo el signo de la patria", "Balada para un mochilero", "Juguemos en el mundo", "Juan Manuel de Rosas", "La flor de la mafia", "La tregua", "Bodas de cristal", "El grito de Celina" y "Contragolpe".
Nacido en 1933 en Santa Fe, Barbero comenzó su carrera en radioteatros y alcanzó una enorme popularidad por su desempeño en televisión
Nacido en 1937 en San Guillermo, provincia de Santa Fe, Barbero comenzó su carrera en radioteatros y alcanzó una enorme popularidad por su desempeño en televisión, en tanto que tuvo importantes participaciones en puestas teatrales y en numerosos filmes dirigidos por Manuel Antín, Sergio Renán y Adolfo Aristarain.
Barbero se desempeñó en doblajes, aportó su voz en noticieros cinematográficos, y como relator, de filmes como "Los hijos de Fierro", "Casas de fuego", "Sinfín", "La República Perdida II" y el dibujo animado "Cóndor Crux".
Precisamente, en cine comenzó su tarea como voz de doblaje en español de Rossano Brazzi en "El gran robo" (1968), a la que siguieron sus primeras apariciones delante de las cámaras en "La venganza del sexo", "Invasión" y "Estirpe de raza", entre otras.
Su filmografía continuó con "La bestia desnuda", "Bajo el signo de la patria", "Balada para un mochilero", "Juguemos en el mundo", "Juan Manuel de Rosas", "La flor de la mafia", "La tregua", "Bodas de cristal", "El grito de Celina" y "Contragolpe".
Nacido en 1933 en Santa Fe, Barbero comenzó su carrera en radioteatros y alcanzó una enorme popularidad por su desempeño en televisión
Más recientes "El poder de las tinieblas", "La isla", "¿Qué es el otoño?", "Tiempo de revancha" -donde compuso al ingeniero Rossi-, "De la misteriosa Buenos Aires", "Expreso a la emboscada", "Los amores de Kafka", "Los extermineitors" y sus dos secuelas, y "Un muro de silencio", "La patria equivocada" y "La cola", entre otros.
Al mismo tiempo que se inició en cine en la década del 60, Barbero comenzó su tarea en la pantalla chica, en telenovelas como "Dos a quererse", junto a Marta Argibay, "Ese que siempre está solo", la exitosa "Simplemente María", junto a Alberto Argibay, "El exterminador", "Fortín Quieto" y "Andrea Celeste".
Después vendrían "Nosotros y los miedos", "María de nadie", "Estrellita mía", "Tu mundo y el mío", "La extraña dama", "Herencia maldita", "Soy Gina", "El oro y el barro", "Ailen, luz de luna", "Hombres de mar", "Ricos y famosos", "Campeones de la vida", "Gladiadores de Pompeya" y "Mujeres asesinas".
En teatro integró los elencos de "Jettatore..!", de Gregorio de Laferrere, en versión dirigida por Agustin Alezzo en el Cervantes; "El último yankee". de Arthur Miller, en versión de Laura Yussem y "El debut de la piba", con dirección de Laura Bove entre muchas otras.
También en teatro el actor que actualmente se desempeñaba como secretario de Interior de la Asociación Argentina de Actores, participó hasta hace unos días en la puesta de “Gris de ausencia”, un homenaje a Teatro Abierto, dirigido por su gran amigo Agustín Alezzo.
Télam
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