
Los guardias de seguridad intentaron bajarlo con el viejo truco del caramelo, pero el pequeño fue mas inteligente y se hizo de la golosina, pero rápidamente se abrazó a las piernas del Papa Francisco, que le acarició la cabeza.
El menor permaneció durante los más de 15 minutos que duró el discurso por la Jornada de las Familias.
En ese lapso, hasta se sentó en el sillón del Santo Padre, mientras éste hablaba.
Publicar un comentario
Click to see the code!
To insert emoticon you must added at least one space before the code.