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El SEA indicó que el proceso de siembra pasó a estar 2% más adelantado que la campaña anterior. También se beneficiaron los maíces, que empezaban a mostrar signos de estrés. Los trigos siguen afectados por el fusarium. Con 746.200 hectáreas implantadas, sobre una estimación de 910.000, el proceso alcanzó el 82% de avance.
Las precipitaciones ocurridas entre el 22 y el 27 de noviembre permitieron retomar las tareas de siembra de soja en el centro norte provincial y revertir el retraso que ocasionaba la falta de humedad.
El último reporte del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indicó que las condiciones ambientales, por un lado, favorecieron el desarrollo normal de los cultivos implantados y por el otro, impulsaron el proceso de siembra, que se desarrolló con muy buen ritmo de avance en soja de primera.
"Las precipitaciones registradas en todos los departamentos recargaron de agua la cama de siembra brindando condiciones óptimas para la reanudación del proceso de siembra, en algunos sectores (departamentos del sur y centro) y en otros el comienzo (departamentos del norte) a muy buen ritmo", indicó el reporte.
Con el nuevo envión se revirtió el atraso había respecto de la campaña anterior, lográndose un avance del orden del 82 %, representando aproximadamente unas 746.200 hectáreas sembradas, "con un 2 % de adelanto en comparación al año pasado". La intención de siembra para el cultivo de soja de primera sería de unas 910.000 ha.
Los cereales
Mientras tanto, continuó el proceso de trilla de trigo en los distritos donde aún no había concluido. En San Cristóbal, con rindes de 24 a 26 qq/ha; San Justo de 22 a 24 qq/ha; San Javier de 19 a 21 qq/ha; Castellanos de 30 a 32 qq/ha; Las Colonias, de 29 a 31 qq/ha; La Capital, de 28 a 30 qq /ha; San Martín de 38 a 40 qq/ha y San Jerónimo de 37 a 39 qq/ha. En tanto que en 9 de Julio la trilla concluyó con un rinde promedio de 20 qq/ha; en Vera, con 16 qq/ha y en General Obligado 15 qq/ha.
El informe explicó que los departamentos del norte arrojaron "bajos rendimientos promedio, situación que en rangos generales, en campo arrendado fue negativa y en campo propio, levemente positiva o neutra, particularmente por el impacto de los daños por fusarium".
Los maíces de primera, por otra parte, mostraron cierto estrés hídrico por las elevadas temperaturas y vientos fuertes registrados, pero tras las lluvias y milímetros caídos revirtieron dicha situación. "Ante el avance de los estados fenológicos, con mayor demanda de agua y aumento de las temperaturas iría cambiando día tras día y las precipitaciones jugarían un rol importante, definiendo el futuro del cultivo". Los cultivos en un 95 % de la superficie sembrada, se encuentran en estado bueno a muy bueno. El 5 % restante mostró estado regular, sin síntomas evidentes de recuperación.
La sanidad presentó condición buena, sin complicaciones en este período. A la fecha del informe, se había implantado 31.000 hectáreas de arroz, que equivalen al 97% de la intención de siembra, que fue de 32.000 hectáreas; en el caso del algodón, se implantaron 32.800 hectáreas, número equivalente al 82% de la intención de siembra que es de 40.000 Has. y en sorgo granífero, 27.900 hectáreas, un 45% de la intención de 62.000 Has.
"Las precipitaciones registradas en todos los departamentos recargaron de agua la cama de siembra brindando condiciones óptimas para la reanudación del proceso de siembra".
Campolitoral
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