Desde el 15 de este mes están bloqueadas todas las operaciones. Advierten que también habrá dificultades para conseguir algunos artículos de la canasta escolar. (Foto Sólo Ilustrativa: WEB)
Continúan los inconvenientes para acceder a libros importados. Según denunció la Cámara Argentina del Libro (CAL), las reuniones para intentar destrabar el ingreso de publicaciones impresas en el exterior se sucedieron desde el viernes pasado sin solución y las "novedades" de octubre están paradas en el puerto porteño, flotando o a punto de embarcar del otro lado de las fronteras por decisión del gobierno nacional.
Según la CAL, los libros importados se reparten entre los que publican editoriales que no están asentadas en la Argentina y los que imprimen en el exterior las multinacionales con sede en Buenos Aires. Todo ese volumen equivale al 78% -unos U$S 115 millones durante 2010- de los 76 millones de libros al año que se consumen en el país, según datos del Ministerio de Industria.
"Informamos a los señores importadores y operadores de comercio exterior, que desde el día jueves 15 de septiembre pasado fueron bloqueadas todas las importaciones de libros. Desde esa fecha la cámara se encuentra realizando gestiones para saber concretamente desde qué organismo fue disparado el instructivo, e iniciar acciones pertinentes para la normalización de dichas operaciones", indicó la Comisión de Comercio Exterior y Ferias Internacionales de la CAL en el comunicado enviado a sus asociados.
Según fuentes del sector, en la sede de la CAP -que reúne a Artes Gráficas Rioplatense, Cúspide Libros, Grupo Santillana, Editorial Signar, Grupo Ilhsa, Editorial El Ateneo, Grupo Editorial Planeta, Kapelusz Editora y Tinta Fresca, entre otras- hubo reuniones desde el viernes mismo, que continuaron con llamadas telefónicas en el fin de semana.
El lunes por la tarde siguieron las discusiones, pero las autoridades de la entidad evitaron opinar sobre el tema. "Tenemos todas las novedades de octubre paradas del otro lado de la frontera", reconoció una empresa de la CAP, en declaraciones divulgadas por Bae.
Las empresas del sector, mayoritariamente las grandes, imprimen buena parte de sus trabajos en el exterior. Algunas en países limítrofes (Chile y Uruguay), "porque es más barato y porque en el mercado local no hay capacidad para absorber todo ese trabajo", o en China.
"La medida es una locura", afirmó Guillermo Kliczkowski, dueño de Nobuko e integrante de la CAL, que vende libros de arquitectura y diseño que se editan en España.
"Desde ya que no hay capacidad en la Argentina para imprimir el volumen de publicaciones que se importan, y lo que va a ocurrir es que los que van a empezar a vender más son los de Amazon.com (librería virtual), porque lo que se va a terminar haciendo es sustituyendo al proveedor", se quejó.
De todos modos, dijo que está de acuerdo con que "los libros de autores argentinos se impriman en el país, pero eso debe hacerse de modo gradual".
En Santa Fe
En esta capital también los libreros tienen dificultades. "Hoy estamos complicados. Por ejemplo, no recibimos libros específicos sobre matemáticas, física y computación. La disponibilidad es mínima y los que se agotan no ingresan más o bien no tienen fecha para recibirlos. En esos rubros, el 90 por ciento es importado", explicó la titular de Alicia Libros.
"Nos dicen que podrían recibir los libros en los próximos 90 días. Eso significa que no hay operaciones a la vista para que ingresen los importados", insistió.
Ante una consulta, Alicia Aresse admitió que podrían faltar algunos componentes de la canasta escolar. "En el caso de los artículos importados, avisan los proveedores que no ingresará nada o muy poco. Eso lo veremos específicamente en el caso de las mochilas", apuntó.
¿Por qué?
Algunas de las firmas consultadas en Capital Federal, apuntaron sus cañones contra el Ministerio de Industria, donde se elaboró un proyecto de ley para impulsar la industria nacional del libro que desde mitad de año está siendo analizado por el Ejecutivo. Pero desde esa cartera señalaron que ellos no tomaron ninguna medida "porque sobre los libros no se aplican Licencias No Automáticas".
El Litoral
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