Los
campeones de la temporada, disputarán en Mendoza, desde las 18, otro
título; el ganador se clasificará para la Copa Sudamericana y la Recopa;
si es el Fortín, jugará la Libertadores 2014 (FotoArch.: Goal.com)
Desprolijo y envuelto en polémicas, el fútbol argentino consagrará hoy a un nuevo campeón. Será el tercero de una temporada que acumuló escasos momentos para el reconocimiento y muchos pasajes marcados por la intolerancia, las sospechas y las situaciones vergonzantes que, ante la cantidad de sucesivos hechos, deja de sorprender. Bajo ese acostumbramiento a la irregularidad, Vélez, el ganador del torneo Inicial, y Newell's, reciente vencedor del torneo Final, definirán, desde las 18, en el estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza, al supercampeón de nuestra tierra. Un partido que cerrará un ciclo, un encuentro que ofrecerá recompensas económicas y también deportivas. Un cotejo que será la despedida para algunos y el comienzo del adiós para otros...
Con premisas diferentes y con una actualidad dispar llegan a la cita. El oscilante andar de Vélez, que recién recuperó rasgos de aquel equipo campeón y contundente en las últimas jornadas del Final, contrasta con la convicción y la superioridad que enseñó Newell's para coronarse en el ese torneo. Para el club de Liniers es la oportunidad de sacarle lustre a una conquista que le posibilitó celebrar en 2012; para los rosarinos, la oportunidad de extender la fiesta -hace 10 días dieron la vuelta olímpica- y robustecer el espíritu para el gran objetivo: la Copa Libertadores. El miércoles empezará a jugar la serie de semifinales con Atlético Mineiro.
El premio, además de sumar una nueva estrella, incluye la clasificación para la Copa Sudamericana y la Recopa Argentina, que se definirá ante el ganador de la Copa Argentina. Para Vélez hay un plus: si gana obtendrá el pasaje para la Copa Libertadores 2014, certamen para el que Newell's ya logró su plaza. Si los rosarinos son los vencedores, la situación le abrirá la puerta a Lanús. Pero también hay incentivos económicos: 1.200.000 pesos engrosará la tesorería de quien grite supercampeón en los 90 minutos; si hay empate habrá alargue y si persiste la igualdad, penales. El derrotado embolsará $ 500.000.
La final significará el cierre de la aventura de Fernando Gago en Vélez, que se aferra a la experiencia de Cubero, Domínguez e Insúa y a los goles de Pratto y Ferreyra para festejar un nuevo título bajo la órbita del DT Gareca; en Newell's empezarán a escribirse los últimos capítulos de la conducción de Martino, el hombre que diseñó este presente de gloria; también del artillero Scocco, del emblema Heinze y del cerebro Maxi Rodríguez. Todos nombres que el técnico hubiera preferido resguardar. Será la cuarta vez que Vélez y Newell's se midan en poco más de dos meses, entre el torneo local y la Libertadores, aunque los campeones de la temporada diseñarán una nueva función sin mirar las estadísticas ni los antecedentes.
Desprolijo y envuelto en polémicas, el fútbol argentino consagrará hoy a un nuevo campeón. Será el tercero de una temporada que acumuló escasos momentos para el reconocimiento y muchos pasajes marcados por la intolerancia, las sospechas y las situaciones vergonzantes que, ante la cantidad de sucesivos hechos, deja de sorprender. Bajo ese acostumbramiento a la irregularidad, Vélez, el ganador del torneo Inicial, y Newell's, reciente vencedor del torneo Final, definirán, desde las 18, en el estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza, al supercampeón de nuestra tierra. Un partido que cerrará un ciclo, un encuentro que ofrecerá recompensas económicas y también deportivas. Un cotejo que será la despedida para algunos y el comienzo del adiós para otros...
Con premisas diferentes y con una actualidad dispar llegan a la cita. El oscilante andar de Vélez, que recién recuperó rasgos de aquel equipo campeón y contundente en las últimas jornadas del Final, contrasta con la convicción y la superioridad que enseñó Newell's para coronarse en el ese torneo. Para el club de Liniers es la oportunidad de sacarle lustre a una conquista que le posibilitó celebrar en 2012; para los rosarinos, la oportunidad de extender la fiesta -hace 10 días dieron la vuelta olímpica- y robustecer el espíritu para el gran objetivo: la Copa Libertadores. El miércoles empezará a jugar la serie de semifinales con Atlético Mineiro.
El premio, además de sumar una nueva estrella, incluye la clasificación para la Copa Sudamericana y la Recopa Argentina, que se definirá ante el ganador de la Copa Argentina. Para Vélez hay un plus: si gana obtendrá el pasaje para la Copa Libertadores 2014, certamen para el que Newell's ya logró su plaza. Si los rosarinos son los vencedores, la situación le abrirá la puerta a Lanús. Pero también hay incentivos económicos: 1.200.000 pesos engrosará la tesorería de quien grite supercampeón en los 90 minutos; si hay empate habrá alargue y si persiste la igualdad, penales. El derrotado embolsará $ 500.000.
La final significará el cierre de la aventura de Fernando Gago en Vélez, que se aferra a la experiencia de Cubero, Domínguez e Insúa y a los goles de Pratto y Ferreyra para festejar un nuevo título bajo la órbita del DT Gareca; en Newell's empezarán a escribirse los últimos capítulos de la conducción de Martino, el hombre que diseñó este presente de gloria; también del artillero Scocco, del emblema Heinze y del cerebro Maxi Rodríguez. Todos nombres que el técnico hubiera preferido resguardar. Será la cuarta vez que Vélez y Newell's se midan en poco más de dos meses, entre el torneo local y la Libertadores, aunque los campeones de la temporada diseñarán una nueva función sin mirar las estadísticas ni los antecedentes.
Cancha Llena
Publicar un comentario