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Ganaderos se desprenden de “las futuras madres”, de las que depende la producción de carne de los próximos años. Sin embargo, aún no se ingresó en una etapa de liquidación. (Foto Infocampo)


Luego de tres años de una fuerte retención de vientres y elevados niveles de reposición en los rodeos de cría, con el objetivo de disponer de más vacas para producir más carne, el ­ganadero sacó el pie del acele­rador. Su meta de corto plazo pasó a ser mantener, relativamente estable, el tamaño de sus explotaciones.

Los ingresos nominales 
de los criadores hoy se encuentran incluso por debajo de 
los máximos alcanzados durante la primavera de 2010 y, por efecto de la inflación y el aumento de los costos de producción, la rentabilidad del negocio ha caído cerca de un 50 por ciento en los últimos tres años. Como consecuencia de ello, y para hacer frente a sus gastos, el productor de cría debe vender año a año una porción mayor de su destete, incrementando así el número de terneras que se envían a faena”, afirmó a La Voz del Interior Miguel Jairala, analista económico del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA).

Si bien se observa un freno en el proceso de reposición de vientres, la fase de liquidación del stock ganadero todavía está lejos. Según Jairala, la producción de terneros 2012/13 alimentó al rodeo bovino nacional con 6,85 millones de terneras, de las cuales se calcula que 5,5 millones se destinarán a la faena durante el año y otras 590 mil vacas y vaquillonas se perderán por mortandad (equivale a una tasa del dos por ciento).

En resumen, el flujo positivo de hembras al rodeo se ubicará durante este año en alrededor de 750 mil cabezas, lo que significa que en 2014 habrá un mayor número de vientres disponibles que este año”, precisó el economista.

Este escenario, donde la faena actual de hembras representa entre 42 y 43 por ciento del total de los animales sacrificados, no implica todavía una liquidación de vientres. “Es la continuidad del proceso de retención iniciado en 2010, aunque más atenuado”, observó Jairala. Desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) se asegura que los valores actuales de faena de hembras indican que el sector ganadero está nuevamente a las puertas de una fase de liquidación de existencias.

En 2009, el porcentaje de participación de las hembras en la faena superó el 49 por ciento, mientras que en 2011 bajó hasta el 36 por ciento.

De acuerdo con las proyecciones del IPCVA, para el ciclo 2013/14 se espera un destete 
de terneras levemente inferior al período anterior: alrededor de 6,5 millones. De mantenerse la tasa de mortandad, las pér­didas se ubicarán en 605 mil cabezas, razón por la cual ­–sostiene el analista– será necesario mantener la faena de hembras por debajo de los 5,9 millones 
de cabezas. De lo contrario 
se iniciará con un proceso 
de disminución de los vientres disponibles.

Con un consumo interno que hoy demanda 93 por ciento de la producción nacional de carne, un estímulo a la exportación podría ser la llave que abra un panorama más alentador para el productor ganadero.

Luego de haber transitado en 2012 su peor momento desde la crisis aftósica 2001/2002, las ventas externas ensayan una recuperación. En los primeros ocho meses del año, los embarques se ubican 12 por ciento en relación con 2012, según datos del instituto de promoción.

La situación actual muestra un tipo de cambio cuyo ritmo devaluatorio al menos acompaña las tasas de incremento de los costos industriales y eso se refleja en exportaciones crecientes”, sostiene Jairala.

Según su visión, las exportaciones podrán crecer en la medida que el costo local de la hacienda –medido en dólares– siga cayendo y que las subas de los principales costos de la industria (mano de obra y energía) crezcan a una tasa inferior a la de depreciación del peso frente al dólar y al real.

Una medida de estímulo, como podría ser la reducción de los derechos de exportación, servirá en un primer momento para recomponer los débiles márgenes de la industria frigorífica exportadora. Sin embargo, Jairala sostiene que a mediano y largo plazo generaría una mayor demanda de novillos pesados, los cuales se encuentran en un contexto de fuerte escasez, y produciría mejoras en los precios.

Aunque advierte que la competitividad de la industria exportadora no da lugar a subas en los costos en dólares, debido que el precio de la hacienda ya es similar al de Australia y superior al de Brasil.

Por último, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), durante el mes pasado se faenaron 72 mil terneras más que en igual mes del año pasado.1,1 millón de cabezas. Fue la cantidad de bovinos que se faenaron durante agosto, 14 por ciento más que un año atrás.

La faena de hembras empujó el crecimiento, a un ritmo mayor que la de los machos.

Infocampo 

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