El 10º aniversario de la cadena de la soja argentina (Acsoja) puso en blanco sobre negro la necesidad de mejorar la infraestructura de transportes y poner el foco en el agregado de valor como mecanismo de enfrentar los nuevos tiempos.
En un panel de industriales, los oradores fueron Gonzalo Ramírez Martiarena, de Dreyfus; Alfonso Romero, de Noble, y Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza. Ramírez Martiarena volvió a destacar el crecimiento de la vida urbana en China y del consumo de proteína animal, que no es otra cosa que proteína vegetal convertida, y luego, frita, con aceite. A esto se suma el aumento de los biocombustibles. Hoy, un tercio de la cosecha de maíz de Estados Unidos se destina para etanol, y la cosecha es de 350 millones de toneladas. Pero la relación de la exportación global versus la importación de China es un tema crucial para el orador, quien anunció que hacia 2020, China estaría importando 130 millones de toneladas de poroto de soja, informó La Voz del interior.
"Que la Argentina tenga más capacidad instalada que producción ayuda a la formación de precios", dijo el representante de Dreyfus para acotar que "tener tantos camiones movilizando la cosecha es inviable".
A continuación, Alfonso Romero, de Noble, reiteró que el 50 por ciento del crecimiento esperado en la producción de soja tiene que venir de Sudamérica. "Me pregunto si vamos a estar en condiciones de infraestructura para responder a esa creciente demanda", dijo.
¿Quién va a responder al 25 por ciento de crecimiento de volumen de soja que se está esperando?, dijo Romero y apuntó a la infraestructura del transporte. Hacia 2025, el ferrocarril Belgrano Cargas debería trasladar 10 millones de toneladas. Hoy lleva 1,2 millones de toneladas. Reducir la cantidad de camiones y aumentar el de barcazas daría una gran mejora, añadió.
Roberto Urquía, de AGD, propuso diversificar los derivados y los destinos para ser menos vulnerables. "En los últimos 10 años, el 80 por ciento del destino de poroto argentino fue a China", recordó.
Infocampo
En un panel de industriales, los oradores fueron Gonzalo Ramírez Martiarena, de Dreyfus; Alfonso Romero, de Noble, y Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza. Ramírez Martiarena volvió a destacar el crecimiento de la vida urbana en China y del consumo de proteína animal, que no es otra cosa que proteína vegetal convertida, y luego, frita, con aceite. A esto se suma el aumento de los biocombustibles. Hoy, un tercio de la cosecha de maíz de Estados Unidos se destina para etanol, y la cosecha es de 350 millones de toneladas. Pero la relación de la exportación global versus la importación de China es un tema crucial para el orador, quien anunció que hacia 2020, China estaría importando 130 millones de toneladas de poroto de soja, informó La Voz del interior.
"Que la Argentina tenga más capacidad instalada que producción ayuda a la formación de precios", dijo el representante de Dreyfus para acotar que "tener tantos camiones movilizando la cosecha es inviable".
A continuación, Alfonso Romero, de Noble, reiteró que el 50 por ciento del crecimiento esperado en la producción de soja tiene que venir de Sudamérica. "Me pregunto si vamos a estar en condiciones de infraestructura para responder a esa creciente demanda", dijo.
¿Quién va a responder al 25 por ciento de crecimiento de volumen de soja que se está esperando?, dijo Romero y apuntó a la infraestructura del transporte. Hacia 2025, el ferrocarril Belgrano Cargas debería trasladar 10 millones de toneladas. Hoy lleva 1,2 millones de toneladas. Reducir la cantidad de camiones y aumentar el de barcazas daría una gran mejora, añadió.
Roberto Urquía, de AGD, propuso diversificar los derivados y los destinos para ser menos vulnerables. "En los últimos 10 años, el 80 por ciento del destino de poroto argentino fue a China", recordó.
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