Por
los incidentes ocurridos en las inmediaciones del estadio de Talleres,
en Remedios de Escalada, desataron la suspensión del partido que
disputaban ambos equipos, por la octava fecha de la primera B
Metropolitana. (Foto Télam)
El
encuentro que disputaban esta tarde los equipos de Talleres de Remedios
de Escalada y Defensores de Belgrano, por la 8va. fecha del torneo de
la Primera B Metropolitana, fue suspendido por los serios incidentes que
parte de la barra brava de la entidad 'albirroja' protagonizó con los
efectivos policiales bonaerenses.
El partido se interrumpió en forma definitiva a los 25m. de la primera mitad, con el marcador 0-0, cuando el árbitro Pablo Dóvalo entendió que no estaban dadas las garantías suficientes para proseguir el juego, a raíz de las detonaciones de balas de goma que se escuchaban en las inmediaciones del estadio ubicado en la intersección de las calles Timote y Manuel Castro.
Según lo revelado a Télam por fuentes de la entidad local, los episodios de violencia se registraron cuando "una parte de la barra (brava) local intentó ingresar al estadio sin entrada".
"La policía buscó frenar a los hinchas y allí se produjeron los primeros incidentes, cuando empezaron a arrojar piedras", contó el vocero consultado.
El enfrentamiento fue creciendo, los casi 80 barras de Talleres prosiguieron lanzando proyectiles y las fuerzas de seguridad contestaron arrojando balas de goma para intentar "dispersar a los revoltosos".
El presidente de Defensores de Belgrano, Marcelo Achile, narró a Télam que "se vivieron momentos complicados, porque empezaron a quemar coches en las inmediaciones de la cancha y los balazos de goma no paraban".
Algunos de los testimonios de allegados a la entidad de Remedios de Escalada le confiaron a Télam que "se escucharon como 200 disparos"
Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, el árbitro Pablo Dóvalo esperó prudencialmente unos 10 minutos y luego procedió a la suspensión del cotejo: "La Policía está abocada al operativo fuera del estadio. Así no podemos seguir", justificó.
El partido se interrumpió en forma definitiva a los 25m. de la primera mitad, con el marcador 0-0, cuando el árbitro Pablo Dóvalo entendió que no estaban dadas las garantías suficientes para proseguir el juego, a raíz de las detonaciones de balas de goma que se escuchaban en las inmediaciones del estadio ubicado en la intersección de las calles Timote y Manuel Castro.
Según lo revelado a Télam por fuentes de la entidad local, los episodios de violencia se registraron cuando "una parte de la barra (brava) local intentó ingresar al estadio sin entrada".
"La policía buscó frenar a los hinchas y allí se produjeron los primeros incidentes, cuando empezaron a arrojar piedras", contó el vocero consultado.
El enfrentamiento fue creciendo, los casi 80 barras de Talleres prosiguieron lanzando proyectiles y las fuerzas de seguridad contestaron arrojando balas de goma para intentar "dispersar a los revoltosos".
El presidente de Defensores de Belgrano, Marcelo Achile, narró a Télam que "se vivieron momentos complicados, porque empezaron a quemar coches en las inmediaciones de la cancha y los balazos de goma no paraban".
Algunos de los testimonios de allegados a la entidad de Remedios de Escalada le confiaron a Télam que "se escucharon como 200 disparos"
Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, el árbitro Pablo Dóvalo esperó prudencialmente unos 10 minutos y luego procedió a la suspensión del cotejo: "La Policía está abocada al operativo fuera del estadio. Así no podemos seguir", justificó.
Télam
Publicar un comentario