Fernando Medina le avisó a su mujer, primero con una carta y después por teléfono 45 minutos antes de que lo mataran. Su abogada responsabiliza al juez Guyot y a las autoridades del penal.
Un preso asesinado en el penal de Villa Urquiza de Tucumán había advertido a través de una carta y varios llamados telefónicos que lo iban a matar.
Así lo relató a Cadena 3 su abogada Silvia Furque de Morfil quien aseguró que la vida de su cliente corría peligro porque él había denunciado que los policías lo obligaban a vender droga.
"Por esta denuncia y por el riesgo que tenía; el juez de ejecución Eugenio Guyot decidió trasladarlo a la Comisaría Séptima, allí estuvo durante septiembre y octubre, pero el domingo 19, sin orden escrita lo trasladaron nuevamente al penal de Villa Urquiza", contó.
Y dijo: "Yo desesperada le digo a la secretaria del juez que hay una habeas corpus de por medio, que no lo pueden llevar. Me responde que hubo un problema en la celda porque el detenido estaba con un celular, y que ella sólo cumplía órdenes. El traslado se ordenó por teléfono, este tipo de prácticas son moneda corriente".
"El lunes fue feriado, estuvimos en la cárcel y vimos que lo pusieron en un sector de mediana seguridad donde las tensiones de los reclutas son más fuertes que en otros lugares. Y el martes y el miércoles (día del crimen) el juez se había ido a una capacitación, nunca pudimos comunicarnos por eso no ordenaron que lo saquen de ahí", continuó.
Según la letrada, el miércoles a las 15, Medina llama a su mujer Ana Silva a través del teléfono público del penal y le dijo que vio como otro interno le entregaba un cuchillo a Sebastián "Pichi" Mendoza –principal sospechoso del crimen–.
"'Me van a matar', le dijo. A las 15.45 lo apuñalaron por la espalda", recordó.
"Acá hay una cadena de responsabilidades que va para arriba", reclamó y apuntó a los presos, a los policías, a las autoridades del penal y al juez Guyot.
Un día antes de morir, el hombre le escribió una carta a su esposa contándole la situación, y ésta fue presentada el lunes por la querella ante la fiscal Adriana Giannoni, quien está a cargo de investigar el asesinato.
"Me trajeron al penal, a dónde me quieren matar todos. Los policías y los internos ya me dijeron que me van a matar y en ninguna unidad puedo vivir. Acá me pega la policía y todos los presos están en mi contra. Mi alma no está tranquila", sostiene en el escrito.
"Necesito que me den una audiencia en carácter urgente y que me saquen del penal, porque está todo mal conmigo", advertía.
Se investiga la razón por la cual Medina fue trasladado desde la Comisaría Séptima al penal del Villa Urquiza, cuando era un testigo protegido que había denunciado a guardiacárceles por la venta de drogas dentro de la cárcel.
Su esposa, había presentado la carta en el Juzgado de Ejecución y Sentencias del Centro Judicial de la Capital, en donde no obtuvo respuestas.
"Yo les presenté la carta y les expliqué que la vida de mi marido estaba en peligro, pero no me hicieron caso, y él ahora está muerto", se lamentó.
La abogada Furque de Morfil confirmó que el documento fue recibido y sellado en ese Juzgado y que los jueces estaban en un curso por lo cual no podían hacer nada.
"Es un escrito que tiene valor de hábeas corpus, es la firma de Medina. Yo comenté la situación de mi cliente y me respondieron que no había lugar para alojarlo. Les dije que su vida corría riesgo y me respondieron que eso lo debería responder el juez", comentó.
De acuerdo a la información oficial, Medina fue asesinado a puñaladas en el patio del Anexo alrededor de las 16 y una hora después se confirmó que había fallecido.
El juez de ejecución y sentencia, Roberto Guyot, afirmó que en ningún momento se dio la orden de traslado de los denunciantes de nuevo a la cárcel.
El funcionario inició una investigación administrativa para determinar la cadena de mando y quién fue el responsable de dar la orden de traslado.
Cadena3
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