Condiciones
adversas durante la implantación en el norte del país, un precio poco
atractivo para los productores y retenciones altas son las principales
razones de la abrupta disminución de la superficie girasolera.(Por
Esteban Fuentes)
La siembra de girasol de la campaña 2013/14 está por finalizar y los números para el cultivo no son los esperados.
El Ministerio de Agricultura, para esta campaña, estima un área total de 1.363.870 hectáreas. Esto quiere decir un 18% menos que el año anterior donde se sem- braron, según la cartera agropecuaria, 1.657.074 hectáreas.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que se sem- brarían 1.480.000 hectáreas, un 24% menos que la campaña anterior donde informó que se sembraron 1,8 M de hectáreas.
El Ministerio de Agricultura, para esta campaña, estima un área total de 1.363.870 hectáreas. Esto quiere decir un 18% menos que el año anterior donde se sem- braron, según la cartera agropecuaria, 1.657.074 hectáreas.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que se sem- brarían 1.480.000 hectáreas, un 24% menos que la campaña anterior donde informó que se sembraron 1,8 M de hectáreas.
En este contexto, Archibaldo Salvador, vicepresidente primero de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) y Gerente del Cultivo de Girasol de Syngenta subrayó: "Si bien no ha terminado la siembra, todos las fuentes coinciden con una baja muy pronunciada. Es una de las peores campañas girasoleras de los últimos 30 años".
Para justificar esta baja en las hectáreas de la oleginosa, Salva-dor destacó que hubo diferentes problemas en las dos zonas más girasoleras tradicionales del país.
En primer lugar, una sequía afectó el período de implantación en la región norte (Chaco, norte de Santa fe y Santiago del Estero) y la intención de siembra no se pudo completar.
Y añadió que para agravar la si -tuación en esta zona específica, además de la caída del área, hubo dos fuertes e inusuales heladas después de la siembra del cultivo que perjudicaron los lotes donde el girasol estaba emergiendo.
Por su parte, en el sur y oeste de Buenos Aires y la Pampa, el vicepresidente primero de Asagir indicó que en esta región no recuperó el área que ya el año pasado había perdido (por el ex-ceso de humedad de los suelos), fundamentalmente por la baja en el precio.
"El girasol va a regiones más marginales y más alejados de los puertos donde el costo de logística es muy alto y hoy por hoy, tiene retenciones al mismo nivel que este último cultivo".
Sin embargo, Salvador esperaba que en esta zona se recupere e incluso aumente el área porque la implantación en el norte del país se hace anticipadamente y la superficie no fue lo esperado .
Pero aseguró que no hubo una señal de precio para que los productores se vuelquen masivamente a la oleaginosa.
"No hubo cambios de retenciones y no hubo una señal de precios for ward que haya dado la industria para fomentar el área de implan-tación ya que por lógica, tendría que haber aumentado el área en esta zona porque es un cultivo muy seguro que se adapta bien a las condiciones climáticas y del suelo", especificó
En
cuanto a la competencia con la soja, señaló que las retenciones son muy
similares y el girasol tiene un valor de logística más alto que este
cultivo.
"En estas regiones más marginales, es peligrosa la siembra de soja por su adaptabilidad en estos ambientes. En cambio, el girasol es más estable a la falta de agua y a condiciones climáticas inestables. Pero los productores decidieron optar por la soja porque los números no le está dando".
A su vez, Salvador destacó que el girasol es un cultivo que abre fronteras agrícolas hacia lotes más complicados y "con estos costos y nivel de retenciones, no se está dando. Hay hectáreas que fueron ocupadas por la ganadería o quedaron desocupadas".
En cuanto al flagelo de la paloma, el Gerente del Cultivo de Girasol de Syngenta destacó que es un problema que se ha agravado, donde también ya es una problemática para el sorgo y la soja en las épocas de implantación.
"El primer impacto se lo dio al girasol porque el daño lo provoca antes de la cosecha y las pérdidas son más tangibles".
Pero hay zonas, como en el norte, que ya vienen manejando este inconveniente. Sin embargo, hay regiones donde este flagelo se ha agudizado como San Luis, Córdoba y norte de La Pampa.
"Aquí sí es una limitante para la producción y el productor decide no sembrar girasol por los riesgos".
En esta línea, Asagir junto con el Inta y organismo provinciales está trabajando con los productores para reducir las pérdidas.
Por Esteban Fuentes. | Infocampo
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