El Consejo de Administración de la petrolera española aceptó la compensación de 3.700 millones de euros por la estatización de YPF, en abril de 2012.(Foto Archivo)
El Consejo de Administración de la petrolera española Repsol aprobó ayer por unanimidad la propuesta de compensación realizada por la Argentina por el 51% de las acciones de YPF, por el cual desembolsará unos 3.700 millones de euros (U$S 5.000 millones), aunque pedirá "garantías" y contratará a un banco asesor para conducir el proceso.
Luego de tres horas de sesión en la sede de Repsol en Madrid, los 14 consejeros del máximo organismo de la compañía, incluido su presidente Antonio Brufau, dieron el visto bueno al preacuerdo.
Apenas terminada la reunión, la compañía emitió un comunicado oficial informando sobre la resolución, donde valoró "positivamente el principio de acuerdo anunciado por el Gobierno argentino".
Según trascendidos en medios españoles, el compromiso de pago sería por unos 3.700 millones de euros, equivalentes a 5.000 millones de dólares, que serían abonados con bonos y oro.
Ese principio de acuerdo fue firmado el lunes en Buenos Aires por representantes de La Caixa, YPF y Pemex, además del ministro de Economía, Axel Kicillof, y su par de Industria español, José Manuel Soria.
La primera repercusión se sintió en la Bolsa, donde en una jornada histórica para YPF sus inversores masivamente se volcaron sobre sus acciones y llevaron su cotización hasta un máximo de $270, un nivel nunca antes alcanzado en su vida bursátil nacida el 30 de junio de 1993.
"Con el objeto de desarrollar este principio de acuerdo, Repsol ha decidido iniciar en breve plazo conversaciones entre sus equipos y los del Gobierno argentino, a fin de buscar una solución justa, eficaz y pronta a la controversia", agrega el comunicado difundido por la petrolera española.
Luego, en un párrafo donde queda claro que exigirá garantías para que se concrete el pago, la compañía señala que: "El proceso deberá atender a las exigencias que plantea la complejidad propia de un asunto tan relevante y responder a los términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia".
"A tal fin, el Consejo de Administración ha acordado la contratación de un Banco de Inversión de prestigio internacional para apoyar al equipo de Repsol y facilitar una conducción profesional del proceso", agrega el comunicado.
En el mismo encuentro, el Consejo aprobó "el pago de una retribución a los accionistas en el marco del Programa Repsol Dividendo Flexible y en sustitución del que hubiese sido el tradicional dividendo a cuenta del 2013, equivalente a 0,50 euros bruto por acción".
Por su parte, el director general de la petrolera mexicana, Emilio Lozoya, dueño del 9,34 por ciento de las acciones de Repsol, fue el único que no votó en apoyo a la gestión actual a la compañía española.
El encargado de explicar el preacuerdo al Consejo fue Nemesio Fernández Cuesta, director general de Negocios de la firma española, quien también estuvo presente.
Isidro Faine, vicepresidente de Repsol y titular de Caixabank, faltó, pero delegó su voto en el presidente de la compañía, Antonio Brufau.
Repsol perdería con este acuerdo 1.700 millones de euros (más de 2.300 millones de dólares), ya que tenía a YPF contabilizado en sus libros por 5.400 millones de euros (7.350 millones de dólares).
Cadena3
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Luego de tres horas de sesión en la sede de Repsol en Madrid, los 14 consejeros del máximo organismo de la compañía, incluido su presidente Antonio Brufau, dieron el visto bueno al preacuerdo.
Apenas terminada la reunión, la compañía emitió un comunicado oficial informando sobre la resolución, donde valoró "positivamente el principio de acuerdo anunciado por el Gobierno argentino".
Según trascendidos en medios españoles, el compromiso de pago sería por unos 3.700 millones de euros, equivalentes a 5.000 millones de dólares, que serían abonados con bonos y oro.
Ese principio de acuerdo fue firmado el lunes en Buenos Aires por representantes de La Caixa, YPF y Pemex, además del ministro de Economía, Axel Kicillof, y su par de Industria español, José Manuel Soria.
La primera repercusión se sintió en la Bolsa, donde en una jornada histórica para YPF sus inversores masivamente se volcaron sobre sus acciones y llevaron su cotización hasta un máximo de $270, un nivel nunca antes alcanzado en su vida bursátil nacida el 30 de junio de 1993.
"Con el objeto de desarrollar este principio de acuerdo, Repsol ha decidido iniciar en breve plazo conversaciones entre sus equipos y los del Gobierno argentino, a fin de buscar una solución justa, eficaz y pronta a la controversia", agrega el comunicado difundido por la petrolera española.
Luego, en un párrafo donde queda claro que exigirá garantías para que se concrete el pago, la compañía señala que: "El proceso deberá atender a las exigencias que plantea la complejidad propia de un asunto tan relevante y responder a los términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia".
"A tal fin, el Consejo de Administración ha acordado la contratación de un Banco de Inversión de prestigio internacional para apoyar al equipo de Repsol y facilitar una conducción profesional del proceso", agrega el comunicado.
En el mismo encuentro, el Consejo aprobó "el pago de una retribución a los accionistas en el marco del Programa Repsol Dividendo Flexible y en sustitución del que hubiese sido el tradicional dividendo a cuenta del 2013, equivalente a 0,50 euros bruto por acción".
Por su parte, el director general de la petrolera mexicana, Emilio Lozoya, dueño del 9,34 por ciento de las acciones de Repsol, fue el único que no votó en apoyo a la gestión actual a la compañía española.
El encargado de explicar el preacuerdo al Consejo fue Nemesio Fernández Cuesta, director general de Negocios de la firma española, quien también estuvo presente.
Isidro Faine, vicepresidente de Repsol y titular de Caixabank, faltó, pero delegó su voto en el presidente de la compañía, Antonio Brufau.
Repsol perdería con este acuerdo 1.700 millones de euros (más de 2.300 millones de dólares), ya que tenía a YPF contabilizado en sus libros por 5.400 millones de euros (7.350 millones de dólares).
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