Dos kamikazes detonaron cinturones cargados con explosivos, que llevaban adosados al cuerpo, en la sede de las Fuerzas Armadas de la zona de Hadiza, provincia occidental de Al Anbar, atribuido por las autoridades al Estado Islámico. (Foto WEB)
Al menos 40 militares iraquíes, entre ellos un general, murieron este martes en un atentado suicida contra la sede de las Fuerzas Armadas en la zona de Hadiza.
Dos kamikazes detonaron cinturones cargados con explosivos, que llevaban adosados al cuerpo, en el cuartel, explicó una fuente de seguridad de Ramadi, capital de Al Anbar.
Entre los fallecidos se encuentran el general de brigada Ali Abud, jefe de operaciones de la zona Al Yazira al Badía, y un teniente coronel identificado como Farhan Ibrahim.
Otras víctimas mortales son cinco oficiales del Ejército y 33 soldados, pertenecientes al tercer batallón, dependiente de la jefatura de operaciones de Al Yazira al Badía.
Poco después de los potentes estallidos se desencadenaron duros enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes y varios yihadistas que se encontraban apostados en los alrededores de cuartel, situado cerca de la presa de Hadiza.
El Estado Islámico asumió la autoría del atentado poco después en un comunicado difundido en la red Internet, en el que precisó que el ataque fue cometido por dos yihadistas que se enfrentaron a las fuerzas iraquíes con armas ligeras y granadas antes de detonar sus cinturones explosivos.
La provincia de Al Anbar está parcialmente dominada desde enero de 2014 por el EI, que en junio de ese año conquistó nuevas zonas de Irak y proclamó un califato en los territorios bajo su control de este país y de Siria.
Las fuerzas iraquíes lograron recuperar el control de Ramadi el pasado diciembre, pero los yihadistas todavía se mantienen fuertes en otras áreas como la ciudad de Faluya.
En los últimos dos días el EI realizó dos atentados suicidas, uno de ellos el lunes en la zona de Al Meqdadiya (noreste), que causó 40 muertos, y otro el pasado domingo en el distrito bagdadí de Ciudad al Sadr, de mayoría chií, con 55 fallecidos.
Dos kamikazes detonaron cinturones cargados con explosivos, que llevaban adosados al cuerpo, en el cuartel, explicó una fuente de seguridad de Ramadi, capital de Al Anbar.
Entre los fallecidos se encuentran el general de brigada Ali Abud, jefe de operaciones de la zona Al Yazira al Badía, y un teniente coronel identificado como Farhan Ibrahim.
Otras víctimas mortales son cinco oficiales del Ejército y 33 soldados, pertenecientes al tercer batallón, dependiente de la jefatura de operaciones de Al Yazira al Badía.
Poco después de los potentes estallidos se desencadenaron duros enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes y varios yihadistas que se encontraban apostados en los alrededores de cuartel, situado cerca de la presa de Hadiza.
El Estado Islámico asumió la autoría del atentado poco después en un comunicado difundido en la red Internet, en el que precisó que el ataque fue cometido por dos yihadistas que se enfrentaron a las fuerzas iraquíes con armas ligeras y granadas antes de detonar sus cinturones explosivos.
La provincia de Al Anbar está parcialmente dominada desde enero de 2014 por el EI, que en junio de ese año conquistó nuevas zonas de Irak y proclamó un califato en los territorios bajo su control de este país y de Siria.
Las fuerzas iraquíes lograron recuperar el control de Ramadi el pasado diciembre, pero los yihadistas todavía se mantienen fuertes en otras áreas como la ciudad de Faluya.
En los últimos dos días el EI realizó dos atentados suicidas, uno de ellos el lunes en la zona de Al Meqdadiya (noreste), que causó 40 muertos, y otro el pasado domingo en el distrito bagdadí de Ciudad al Sadr, de mayoría chií, con 55 fallecidos.
Telam
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