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Condenada a morir acuchillada por una rueda de cuchillos, pero su fe es tan fuerte que rompe la rueda y los cuchillos matan a sus propios verdugos.
Martirologio Romano: Santa Catalina, mártir, que, según la tradición, fue una virgen de Alejandría dotada tanto de agudo ingenio y sabiduría como de fortaleza de ánimo. Su cuerpo se venera piadosamente en el célebre monasterio del monte Sinaí

La veneración de los restos de santa Catalina en el monte Sinaí y la celebridad del monasterio ortodoxo que lleva su nombre y que los guarda ha hecho que casi haya disminuido la figura del mismo Moisés. Se la venera tanto en Oriente como en Occidente. Esta mujer dotada de un gran corage, es la patrona de las mujeres solteras, estudiantes, filósofos, predicadores, apologistas, abogados; juristas; bibliotecarios; personas en trance de muerte; educadores, maestros; afiladores de cuchillos; mecánicos; torneros; enfermeros; filósofos; predicadores; teólogos; secretarias; taquígrafos

Biografía

Alejandría era una algarabía de pueblos y razas, de sectas y sistemas filosóficos. Griegos y judíos andaban a la greña continuamente. Con el advenimiento de los cristianos se complicó el asunto. La confusión de sectas y teologías se hizo formidable

La colonia judía era muy importante. Sus Libros Sagrados eran muy apreciados. Fue aquí en Alejandría donde Tolomeo II mandó que setenta intérpretes tradujeran del hebreo al griego el Antiguo Testamento.

La religión cristiana también empezó a tener mucha influencia. Según una antigua tradición, la Iglesia de Alejandría fue fundada por el evangelista San Marcos. Tuvo luego la mejor escuela catequética de su tiempo, el Didascaleo, donde enseñaron grandes maestros: Tertuliano, Orígenes, Lactancio, San Clemente Alejandrino y San Dionisio de Alejandría.

Aquí nació nuestra Santa, faro más luminoso que el faro de Alejandría y que todos los sabios. La leyenda áurea la presenta con grandes elogios. El nombre de Catalina (la pura, la blanca-) respondería a una linda princesa, hija del rey siciliano Costo, nacida en Alejandría a fines del siglo III. Era una joven de extremada belleza y aún mayor inteligencia. Perteneciente a una familia noble. Versada en los conocimientos filosóficos de la época y buscadora incansable de la verdad.

Catalina tenía pasión por la verdad. A los dieciocho años descuella por sus conocimientos filosóficos. Es docta y elocuente, bella y con muchos pretendientes, apasionada y enamorada de la belleza.

Había recorrido todas las escuelas. Su favorito era Platón. Discute, analiza, rechaza. La cautiva sobre todo la enseñanza del obispo Pedro el Patriarca. Aquella moral tan pura, aquel Maestro tan sublime, el Sermón de la montaña, aquella Virgen Madre, de tan divina grandeza. Así, por la belleza tangible llegó Catalina a una belleza que había escapado hasta el momento de sus ojos: "La Belleza de Dios"

Un encuentro con el ermitaño Trifón le aclaró todas sus dudas. Catalina se convirtió en fiel creyente y se hizo bautizar. Ahora es una filósofa cristiana.

Santa Catalina, audaz defensora ahora de su Fe, se presenta ante el sanguinario Maximino Daia para recriminarle su conducta con los cristianos. Maximino se siente deslumbrado por su elocuencia. Por primera vez baja la vista humillada ante tan contundentes y majestuosas palabras de esta Santa, y su ignorante altanería queda pisoteada.

"Me gustaría ver cómo te defiendes ante los sabios imperiales." Así concuerda con ella para tener una disputa pública con los sabios

Se enfrenta Catalina a cincuenta renombrados doctores. Con versos de Homero, con citas de Platón, con textos de los profetas, unidos a su gracia y elocuencia inspirados por Dios, va derrotando uno a uno a los cincuenta filósofos de la corte, y no sólo deshace los argumentos de sus adversarios, sino que hace que se conviertan casi todos al Cristianismo, y éstos a su vez, sellan su fe con el martirio.

El martirio de Catalina

Comprobada la invencible consistencia de sus fundamentadas convicciones, es condenada al suplicio de una rueda de cuchillos. Inútilmente. La fuerza inquebrantable de la fe hace saltar en pedazos las afiladas navajas, que hieren de muerte a los propios verdugos. Finalmente le llega la muerte por la espada. La desposada se iba al cielo a celebrar las bodas con su celestial Esposo. El martirologio romano dice que los ángeles trasladaron los virginales restos al Sinaí.

Oriente y Occidente invocan su valiosa protección. Los aficionados a saber la aclaman como patrona. Bélgica le levanta templos y le dedica altares. También España venera su imagen

Oración

Bendita y amada del Señor y gloriosa Santa Catalina, por aquella felicidad que recibisteis de poder uniros a Dios y preparaos para una santa muerte, alcanzadme de su divina Majestad la gracia de que purificando mi conciencia con los sufrimientos de la enfermedad y con la confesión de mis pecados, merezca disponer mi alma, confortarla con el viático santísimo del cuerpo de Jesucristo a fin de asegurar el trance terrible de la muerte y poder volar por ella a la eterna bienaventuranza de la gloria. Amén

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PildorasdeFe.net | Biografía de Santos y Beatos

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