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Foto: El Litoral | 
Las escuelas públicas presentaban un acatamiento del 100 %. La contramarcha del Sadop jugó en contra de la adhesión en los colegios privados céntricos.


Sonia Alesso, titular de Amsafe, sostuvo que la adhesión al paro de 48 horas que comenzó hoy “es total” en las escuelas de la provincia. “El acatamiento es altísimo porque todos los docentes cumplimos la resolución de asamblea”, dijo la gremialista esta mañana, al participar de una nutrida concentración de maestros frente a la Región IV de Educación, sita en Balcarce y Avellaneda.

Junto a la Amsafe, también los sindicatos Sadop, UDA y Amet llevan adelante una medida de fuerza en rechazo a la propuesta previsional del gobierno y en reclamo de una oferta superadora que rebaje la edad jubilatoria de todos los docentes. La semana que viene habrá otras 48 horas de huelga, los días miércoles y jueves.

Alesso indicó que el gobierno debe convocar al sector a resolver el conflicto, y señaló que hasta ahora no ha recibido ninguna comunicación oficial en ese sentido.

La dirigente planteó que el reclamo del magisterio se sitúa en dos planos. “Por un lado, tenemos un mandato muy claro votado por la asamblea provincial que dice que tiene que haber una rebaja efectiva de la edad jubilatoria para todos los docentes. El reclamo previsional tiene que ver con tener acceso a una jubilación digna; todas las estadísticas del propio Ministerio de Educación dicen con claridad que un maestro que llega a los últimos años de la carrera trabajando en doble turno y el catedrático que llega con la totalidad de las horas, termina enfermo”, explicó, ante los manifestantes.

Por otra parte, exigió mejores condiciones de trabajo. “Hay que decir con claridad que hay deudas pendientes en educación, por eso no vamos a parar la lucha hasta exigir edificios escolares dignos, mayor presupuesto, más cargos, cumplimiento de la ley nacional, exigencia de una ley provincial de educación”.

También en su discurso negó que el docente esté de espaldas a la sociedad. “Al pedir mejores condiciones, mejores escuelas, también estamos pidiendo por la educación que merecen nuestros alumnos”, aseguró.

Oscar Lozeco, de Amsafe La Capital, reclamó “hechos concretos” al gobierno y se preguntó cómo pretende sancionar una reforma a la ley previsional “si no puede juntar los diputados ni para tomar un café”.

Públicas cerradas, privadas abiertas

El panorama de adhesión al paro en la ciudad presentaba escuelas públicas cerradas y sin actividad y, por otro lado, colegios privados céntricos abiertos y con clases. En una recorrida, El Litoral encontró a las escuelas primarias estatales Colón y Presidente Beleno totalmente vacías, al igual que el secundario Simón de Iriondo y la escuela técnica Manuel Belgrano.

En esta última, los porteros aprovechaban para hacer una limpieza profunda -baldeo incluido- al edificio escolar. El director Raúl Roldán era el único personal docente que estaba en el establecimiento. Destacó que si bien el 100 por ciento de los profesores adhirió a la medida de fuerza, la opinión sobre el argumento central del conflicto estaba muy dividida. “Sabemos que se quiere bajar la edad jubilatoria, pero nunca quedó claro qué es lo que se pretende con el tema previsional. Por otro lado, es cierto lo del cansancio docente, lo de los problemas psicológicos y de salud física, y que hay profesores con tareas pasivas que podrían retirarse y dejar sus puestos titulares a los reemplazantes”, dijo el directivo.

Jugó en contra

La contramarcha del Sadop jugó en contra a la hora del acatamiento. Los colegios céntricos estaban con actividad total. En Inmaculada, Adoratrices, el Huerto, Sara Faisal, La Salle y Calvario el movimiento de chicos y docentes era el de un día común.

“Aquí los docentes decidieron dar clase porque no se entiende que hubo una respuesta positiva a la oferta del gobierno y de rompe y raje se sale con un paro. ¡Es poco serio!”, confesaron desde el colegio Sara Faisal.

En La Salle, el director Pascual Alarcón dijo que hubo una inasistencia “mínima” de algunos docentes que acataron el paro pero la mayoría decidió ir a trabajar. “Fue sorpresiva la medida de fuerza. Tampoco se avizora una salida al conflicto y, por lo que estoy escuchando por distintos medios, la sociedad está en contra de estos paros”, indicó el rector.

“No hay mucho ánimo de huelga, es una medida traída de los pelos”, soltó, por su parte, una docente del Calvario. En cambio, en escuelas privadas parroquiales de la periferia de la ciudad sí hubo adhesión al paro de la docencia privada.

Pedro Bayúgar, secretario general del Sadop Santa Fe, consideró que “el paro viene bastante bien, teniendo en cuenta que se definió ayer mismo”, y pidió al gobierno que “tenga el gesto de cambiar el rumbo, de lo contrario el conflicto irá de mal en peor”.

El Litoral

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