Este fue su primer año con 40 alumnos. Para el 2013 esperan más inscriptos. La modalidad es a distancia y es la única propuesta de este tipo en el Mercosur. (Foto: El Litoral)
El egresado tendrá una formación basada en aspectos teóricos y prácticos para poder desempeñarse en distintas funciones dentro de las empresas del sector. Foto: Archivo El Litoral
El oficio de "funebrero" casi siempre era un negocio heredado de generación en generación en el seno de las familias propietarias de cocherías. Ahora, a partir de la creación de la carrera, se pretende lanzar al mercado laboral a profesionales que conozcan en profundidad todo lo atinente a los servicios exequiales. La Tecnicatura para la Gestión de Empresas Fúnebres fue creada este año por la Universidad Nacional de Avellaneda, una de las casas de estudios fundadas hace poco en Buenos Aires por el gobierno kirchnerista.
Es una orientación de nivel superior novedosa, la única del país e incluso del Mercosur. Cuenta con 40 estudiantes en 2012, su primer año de existencia, y espera un número mayor para el año que viene. La duración del cursado es de dos años y medio dado -que corresponde a una carrera de pregrado- y la modalidad de estudio es a distancia.
Uno de los docentes que enseñan en la carrera es un referente ineludible en el tema: Ricardo Péculo, tanatólogo (disciplina integral que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos) con título otorgado por el Instituto Internacional de Ciencias Tanatológicas y especializado en ceremonial exequial. Es una persona que conoce de fondo la actividad porque su hermano, el fallecido Alfredo Péculo, era el dueño de la Cochería Paraná, una reconocida y tradicional empresa fúnebre de Buenos Aires que supo ocuparse de las exequias de Arturo Frondizi y del traslado de los restos de Juan Domingo Perón desde la Chacarita hasta la quinta de San Vicente, entre otras pompas fúnebres importantes.
"En la carrera de la Universidad de Avellaneda soy profesor de dos materias: tanatopraxia y tanatoestética, que tratan sobre el embellecimiento y la conservación del cuerpo para la presentación en el velatorio. Son dos técnicas bastante nuevas que la gente las pide cada vez más porque todos quieren despedirse dignamente de la persona fallecida", señaló Péculo en diálogo telefónico con El Litoral.
"No falta quién me diga: 'si ya está muerto para qué lo querés maquillar'. Pero la presentación del cuerpo es muy importante para que la familia del fallecido pueda despedirse como corresponde. Es horrible tener que cerrar un ataúd antes de terminar el velorio", sostiene.
Péculo parece tener la misión personal de hablar de la muerte, un tema evitado por la gran mayoría, y transmite su mensaje a cuanto público pueda llegar a través de los medios de comunicación.
"Una de las cosas que yo aconsejo es que la familia organice el funeral, antes de que sea el funeral; es decir, con la persona en vida y gozando de buena salud. Siempre pongo los mismos ejemplos: qué pasa si organizo la fiesta de mi casamiento el día que me caso o la fiesta de 15 de mi hija el mismo día del cumpleaños. Así salen mal las cosas porque, primero, ese día no tenés profesionales al lado y, segundo, porque el familiar del fallecido no está en estado de ánimo para razonar y decidir", plantea Péculo, quien ya tiene su propio funeral organizado.
Profesionalizar el oficio
Un 50 % de los anotados a la carrera son personas que trabajan en cocherías y el otro 50 % son alumnos que no tienen vínculo con la actividad pero quieren tener un título para conseguir un empleo en el rubro. "Hay muchísima necesidad de profesionalizar el oficio porque nosotros hasta podemos hacer mala praxis. Días pasados en Mendoza abrieron un ataúd y descubrieron que habían enterrado un muerto equivocado; es un ejemplo de que hacen falta profesionales en esta actividad", indica el docente.
El plan de estudio cuenta con 15 asignaturas, entre ellas, Asistencia al Duelo. "Es una materia importante porque la muerte de una persona es un momento muy especial dentro de la Psicología. Tenemos que saber contener a la gente ante un momento tan doloroso y difícil", advierte.
Ceremonial Exequial es otra asignatura que está a cargo de Péculo. "Es mi especialidad. Doy los ritos funerarios de cada religión y de cada lugar. El profesional tiene que saber de todo para poder aconsejar y guiar a la familia sobre qué es lo que corresponde hacer", explica.
La carrera tiene las materias que requiere cualquier tecnicatura como Historia ("Nos remitimos a la historia de la muerte", dice Péculo), y otras que tienen que ver con el gerenciamiento de una cochería: aspectos comerciales y legales, administración y finanzas, bioseguridad, previsión de riesgos psicológicos en el trabajo funerario e introducción a las nuevas tecnologías relacionadas con el sector. www.undav.edu.ar
De ataúdes, celulares y mitos
-Usted dijo que tiene su funeral ya organizado ¿cómo es eso?
-Como yo soy tradicionalista, tengo un ataúd que me representa: tiene una foto mía vestido de gaucho en un campo que es de la familia, las manijas del ataúd son herraduras de caballo, por ejemplo. Ahora se están pidiendo mucho los ataúdes temáticos. No somos originales en esto: Quinquela Martín pintó su ataúd y, si se quiere ir más atrás en el tiempo, los faraones preparaban fosas para la muerte -dijo Ricardo Péculo.
-Es de sentido común que uno se resista a organizar su propio funeral...
-Pero hay que hacerlo. Obviamente uno no va a hablar del tema cuando está enfermo, hay que hablarlo cuando uno está sano, hay que expresar lo que se quiere. Mi mujer sabe lo que tiene que hacer conmigo cuando yo muera y yo lo que tengo que hacer con ella. Como ella suele ir al cementerio a llevar flores, le pedí que me entierre mientras siga yendo y le dije: "el día que no puedas ir más porque estás vieja o porque conseguiste un novio, me sacás y me cremás". Uno no se va a morir antes porque ya compró su ataúd u organizó su funeral. Se va a morir cuando se tenga que morir. Cuando no se habla del tema, lo que sucede es que algún hijo escuchó decir al padre "a mí me creman y me tiran a la basura" y resulta que están los crematorios llenos de cenizas que nadie va a buscar. Yo siempre digo que nunca es temprano para hablar de la muerte.
-¿Sigue estando presente en la gente el miedo al entierro prematuro, aún con vida?
-La gente tiene terror a ser enterrada con vida. Para esto hay gente que pide ser enterrada con el celular. No sabemos si bajo tierra hay señal, hasta ahora no llamó nadie desde abajo, pero la gente pide esas cosas. En Mendoza hay una tapa de nicho que se alquila por tres meses. En la tapa del nicho, del lado de afuera hay una baliza, del lado de adentro hay un aparato que le manda oxígeno al ataúd y un botón antipánico para que lo presione la persona. Y hasta tiene una grabación que le dice que está sonando la alarma para que no se desespere. Claro que si llega a sonar una alarma, olvidate: no queda nadie en el cementerio.
-¿Es mito o hay casos reales de ataúdes que aparecen arañados del lado de adentro?
-Es sólo un mito, cuando se cierra la tapa no hay lugar para arañar nada, ni para espantar las moscas. Eso es una mentira, un mito.
El Litoral
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