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Foto: Cadena3

El Santo Padre descendió a las catacumbas de la Necrópolis vaticana y se detuvo a orar frente al lugar donde descansan los restos del primer Pontífice de la iglesia católica. (Foto: Cadena3)



El Papa Francisco se convirtió este lunes en el primer pontífice en descender a las catacumbas de la Necrópolis vaticana, donde se acercó a la antigua tumba de San Pedro y se detuvo a orar.


"El Santo Padre realizó esta tarde una visita de devoción a la tumba de San Pedro en la Necrópolis que se encuentra bajo la Basílica vaticana", informó un comunicado vaticano.


La nota refirió que "en la capilla Clementina, el lugar más cercano a la tumba del príncipe de los apóstoles, el papa se detuvo en plegaria silenciosa, en recogimiento profundo y conmovido".


Jorge Bergoglio decidió visitar la antigua necrópolis enterrada por Constantino para hacer construir la primitiva basílica de San Pedro, y fue sacada a la luz en las excavaciones autorizadas en 1939 por Pío XII.


Así quedaron expuestos el altar mayor y 22 tumbas, pero todavía hay una parte enterrada e inexplorada.


Por la mañana, el papa dijo que el "misterio" de las Pascuas puede "operar profundamente en nosotros y en este nuestro tiempo, para que el odio deje el lugar al amor, la mentira a la verdad, la venganza al perdón, la tristeza a la alegría".


Decenas de miles de fieles, en particular de Sudamérica, se habían congregado en la plaza San Pedro, en el día posterior a la multitudinaria asistencia a la misa pascual, para asistir a la oración dedicada a la Virgen.


Francisco exhortó a que "la fuerza de la Resurrección de Cristo pueda alcanzar a cada persona, especialmente a quien sufre, y a todas las situaciones más necesitadas de confianza y esperanza".


Para el pontífice, "el bautismo que nos hace hijo de Dios, la eucaristía que nos une a Cristo, deben convertirse en vida, traducirse en posturas, comportamientos, gestos, decisiones".


"Pero todo pasa a través del corazón humano, si me dejo alcanzar por la gracia de Cristo resucitado, si le permito cambiarme en ese aspecto mío que no es bueno, que puede hacer mal a mí y a los otros, permito a la victoria de Cristo afirmarse en mi vida, prolongar su acción benéfica", sostuvo.


Al finalizar, el papa latinoamericano saludó a los fieles desde la ventana del estudio pontificio. En su italiano particular y con el tono calmo dijo: "Buena Pascua y buen almuerzo en familia".


En Italia ayer fue día no laborable por la llamada "Pasquetta", la jornada siguiente al domingo de Pascua.


Cadena3

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