Ocurrió ayer por la mañana, en calle Obispo Gelabert, entre 1° de Mayo y 4 de Enero de la capital santafesina. Se trata de un infante de la Marina que combatió en el conflicto bélico por las islas del Atlántico Sur. Todo se originó por un conflicto judicial con su ex esposa. (Foto: El Litoral)
El tradicional barrio Constituyentes fue escenario en la mañana de ayer de un inusual operativo que la policía debió desplegar a raíz de un conflicto familiar que se salió de los carriles de la cordura. Todo ocurrió en calle Obispo Gelabert al 2800, entre 1° de Mayo y 4 de Enero, y comenzó cerca de las 10 de la mañana.
A raíz de un llamado al 911, un patrullero del Comando Radioeléctrico llegó a una vivienda de esa cuadra, en la que una mujer gritaba pidiendo auxilio. "Mi ex marido me quiere matar", se escuchaba.
Cuando los uniformados ingresaron al domicilio, encontraron a la víctima y a un hombre que amenazó con hacer explotar una granada que tenía en la mano. Los policías y la mujer salieron del edificio en ese momento.
Atrincherado, adentro quedó quien Luego fue identificado como Héctor Favero, un veterano de la Guerra de Malvinas. Favero, infante de la Marina retirado poco tiempo atrás, incluso habría participado del asalto que terminó con la recuperación de las islas del Atlántico Sur.
Rápidamente, la zona se llenó de uniformados de distintas reparticiones y comenzaron negociaciones que llevó adelante el mismo Jefe de la Unidad Regional I, Rafael Grau.
Según trascendió, Favero aseguró que la casa le pertenecía y quería que su ex esposa la desocupase, pero ella no acataba los fallos judiciales que le daban la razón, Luego de años de disputa legal.
Personal policial procedió entonces a sacar del edificio los muebles que pertenecían a la mujer, lo que ayudó a "destrabar" la situación.
más tranquilo, cerca del mediodía, el ex soldado le dio la granada a Grau y se entregó. Esposado, Héctor Favero fue trasladado Luego a la Comisaría 1a.
Fuentes policiales destacaron el apoyo, en todo momento, del juez de Instrucción Jorge Pegassano y el fiscal Jorge Andrés.
El Litoral
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