El denominado cruce del INTA, ubicado sobre la Ruta Nacional 34 a pocos kilómetros del casco céntrico, no hace otra cosa que reforzar el pésimo estado en el que se encuentra la transitada arteria.
Pese a que en agosto se rumoreaba que las obras para mejorar la ruta (eso implica el cruce) se harían en aproximadamente dos meses, la situación actual es la misma de siempre, lamentable. Lo cierto es que todo lo que se ha hecho en el lugar para que el estado sea otro, solo han sido parches que duraron muy poco tiempo, como UNO Rafaela lo dijo en su momento.
Por supuesto que la Ruta Nacional en su totalidad presenta un estado "calamitoso" como dicen quienes a diario la transitan, pero el cruce ferroviario del INTA, como se conoce a aquél pase a nivel, denota aún más el abandono de quienes son los responsables de mantener en condiciones la cinta asfáltica y todo lo que la ruta implica, el menos el trayecto que incluye a la provincia de Santa Fe, en manos de Carreteras Centrales Argentinas.
Hasta el momento, el cruce ha recibido mejoras esporádicas que no perduran en el tiempo. De hecho, una de las últimas obras que allí se hicieron se dieron en junio de este año con un bache superficial de Vialidad Nacional, que no duró prácticamente nada.
El pésimo estado de la zona obliga a quienes la transitan a disminuir la velocidad a "paso de hombre". Hay baches, pozos, escombros sueltos y banquinas cuyos estados la tornan prácticamente imposible de utilizar. Ni hablar que la situación se hace aún más compleja y dificultosa para los vehículos de menor porte, como autos y motos, dado que la profundidad de las huellas es realmente asombrosa.
De esta manera, el cruce ferroviario del INTA pide a gritos mejoras, al igual que el resto de la ruta, que ya lleva cobrada más de un centenar de víctimas fatales en todo su trayecto en lo que va de 2012.
Diario Uno
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