"Me llamaron de Selú porque consideraron que, por mi perfil, otras mujeres pueden empatizar conmigo. Por supuesto, dije terminante que no. Volvieron a insistir y repetí que no", contó la intérprete a la revista Paparazzi.
Sin embargo, el fotógrafo Gabriel Machado logró convencerla. "No tengo mucho conflicto con mi cuerpo, pero tampoco la pavada. No soy modelo ni soy vedette. Igualmente, puse que tenía que supervisar la elección de las fotos", explicó la artista.
"Si fuera por Oscar, yo ya tengo que posar para Playboy. Siempre me ve más de lo que yo me veo. 'Estás bárbara, estás genial, ponete la pollera más corta', me asegura. Le encantaron todas las fotos: es más, las tiene en el celular… ¡Y lo quiero reventar! Se le llega a perder el teléfono y bue… Pero él me dice que las quiere tener porque las mira", indicó, divertida.
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