Cristina
Kirchner mantuvo un breve encuentro con el Pontífice luego de la misa
de cierre de la JMJ en Río de Janeiro. El Papa le obsequió un par de
zapatos blancos para el pequeño Néstor Iván.
La
presidenta Cristina Fernández mantuvo este domingo en Río de Janeiro un
breve encuentro informal con el Papa Francisco, quien le bendijo un
rosario y le hizo un regalo para su nieto, Néstor Iván.
El acercamiento se produjo luego de la misa que el Sumo Pontífice ofreció en Río de Janeiro para cerrar su visita a Brasil, cuando el Papa se acercó a saludar a los mandatarios de la región, entre ellos, la local Dilam Rousseff y el boliviano Evo Morales.
Tras saludar a la Presidenta, Francisco le entregó a la mandataria un paquete dorado, que contenía un par de zapatitos blancos y un par de medias del mismo color para su nieto, Néstor Iván, hijo de Máximo Kirchner y Rocío García.
"Hay que romper, que dicen que trae suerte", dijo la Presidenta, al abrir el presente, ante la mirada de Rousseff y Morales.
La jefa de Estado se mostró emocionada con el regalo de Jorge Bergoglio, a quien le agradeció con dos besos.
"Miren lo que me regaló el Papa Francisco para Néstor Iván", expresó la mandataria, mostrando el obsequio a la prensa que estaba presente, y comentó que el Sumo Pontífice también le "bendijo unos rosarios".
Cristina recibió el saludo del Papa acompañada de cerca por el intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde.
La mandataria nacional participó de la ceremonia en las playas de Copacabana ubicada en el palco especial para las autoridades, en lo que fue el cierre de las Jornadas Mundiales de la Juventud de la Iglesia Católica.
Junto a Cristina, que se hospedó en el hotel Copacabana Palace, estuvieron el canciller, Héctor Timerman; los secretarios de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y de Comunicación, Alfredo Scoccimarro; y Alicia Oliveira, ex defensora del Pueblo de la Ciudad y amiga del Papa; además de Insaurralde.
Cadena3
El acercamiento se produjo luego de la misa que el Sumo Pontífice ofreció en Río de Janeiro para cerrar su visita a Brasil, cuando el Papa se acercó a saludar a los mandatarios de la región, entre ellos, la local Dilam Rousseff y el boliviano Evo Morales.
Tras saludar a la Presidenta, Francisco le entregó a la mandataria un paquete dorado, que contenía un par de zapatitos blancos y un par de medias del mismo color para su nieto, Néstor Iván, hijo de Máximo Kirchner y Rocío García.
"Hay que romper, que dicen que trae suerte", dijo la Presidenta, al abrir el presente, ante la mirada de Rousseff y Morales.
La jefa de Estado se mostró emocionada con el regalo de Jorge Bergoglio, a quien le agradeció con dos besos.
"Miren lo que me regaló el Papa Francisco para Néstor Iván", expresó la mandataria, mostrando el obsequio a la prensa que estaba presente, y comentó que el Sumo Pontífice también le "bendijo unos rosarios".
Cristina recibió el saludo del Papa acompañada de cerca por el intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde.
La mandataria nacional participó de la ceremonia en las playas de Copacabana ubicada en el palco especial para las autoridades, en lo que fue el cierre de las Jornadas Mundiales de la Juventud de la Iglesia Católica.
Junto a Cristina, que se hospedó en el hotel Copacabana Palace, estuvieron el canciller, Héctor Timerman; los secretarios de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y de Comunicación, Alfredo Scoccimarro; y Alicia Oliveira, ex defensora del Pueblo de la Ciudad y amiga del Papa; además de Insaurralde.
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