Mirá el video | Violetta
en vivo recaudó $ 8.500.000 en las 12 funciones de su primera semana,
desde el sábado 13, y se calcula que en total venderá cerca de 250 mil
tickets, algo nunca visto, ya que alcanzará una recaudación de 75
millones de pesos en dos meses y medio en la cartelera del teatro Gran
Rex, tomando un promedio aproximado de $250 por ticket.
El
boom infantil, surgido en Disney y protagonizado por Martina Stoessel,
agotó sesenta veces las 3.262 butacas de la sala de la calle Corrientes
desde que empezó el 13 de julio y cuyo espectáculo tiene programado una
gira internacional por Latinoamérica y Europa.
Los incalculables ingresos y movimiento de dinero que produce el fenómeno Violetta se “materializan” en la zona del Gran Rex. Desde el bajo o desde el Obelisco, se convierte en una odisea poder caminar en un extenso mar de color violáceo a una estatura de 1,30 metros. A lo largo de 100 metros, hay padres, madres y unos cincuenta vendedores ambulantes ”no oficiales” ofreciendo banderas, todos apostados cerca de la entrada del teatro. Los precios de la vereda son más “populares”: $ 20, remeras $ 50, morrales $ 40, vinchas $ 10. “Vendo treinta banderas por día, y cuarenta vinchas como mínimo. Estaré todas las funciones hasta que termine en septiembre. Me sirve muchísimo”, dice Juan Carlos, un santafesino que reside en Lomas de Zamora.
En el hall del Gran Rex, las boleterías están abarrotadas de padres que pagaron con varias semanas de anticipación por internet y otros se la juegan al azar y preguntan si se liberaron algunos asientos, a lo que los vendedores se cansan de responder “no hay más”.
“He visto pagar $ 2.700 por tres entradas en reventa”, revela un personal de la sala. Hay siete expendedores de merchandising oficial: remeras, CDs, DVDs, de la primera y segunda temporada, cuadernos, revistas. “Cada uno recaudamos 20 mil pesos por día“, dice una de las vendedoras tras guardar 600 pesos que recibió de dos madres que le dan el gusto a sus cuatro “piojitas”.
Ya dentro de la sala, no cabe un alfiler. En la fila 19, Virginia, una mamá de 34 años, cuenta que es de Alsina, partido de Baradero, y que trajo a su hija Jazmín y a su sobrina Meiling, dos chiquitas de 8 años fanatiquísimas de la serie “que no se pierden nunca” y que hasta se pintaron la cara de color violeta. “Vine ayer sin tickets y me tuve que volver porque no conseguí. Hoy tuvimos suerte. Todavía no sumé el gasto pero la movida de ir y venir, entradas, comer, me costaron unos $2 mil“, calcula Virginia, minutos antes de que se abra el telón.
Sentados en la fila 18, una familia de Porto Alegre, pagó $2 mil por las cuatro ubicaciones. “Mi hija más grande, Valentina (8), sabe hablar en español por Violetta. No hay un día que se pierda la serie en la TV. En Brasil todo el mundo pequeño lo mira, hijas de mis colegas y amigos. ¡Todos!”, dice Fabio, abogado, casado con Jiullete, de profesión dentista.
El bullicio agudo muta hacia gritos ensordecedores cuando, a las 14.38, se apagan las luces y comienza el show con pases de bailes, saltos acrobáticos, guitarras. Una pizca de explosión energética inicia en camino ascendente durante los 90 minutos que dura el show y que no decae en los pasajes más románticos en que Violetta comparte escenas con sus dos enamorados, León y Diego, interpretados por los actores españoles Jorge Blanco y Diego Domínguez.
La primera ovación llega de inmediato cuando aparece Violetta, en una especie de ventana a diez metros del escenario, desde donde Martina Stoessel canta el éxito de la segunda temporada Hoy somos más. “Queríamos que tenga una historia similar a la de la TV pero con un valor agregado que sólo te da el género teatral. Esa fue la premisa entre la gente que hace la ficción y Live, la empresa responsable de las adaptaciones de un género televisivo al teatral”, afirma Ariel Del Mastro, director artístico de Violetta en vivo, y con basta experiencia en espectáculos para chicos (High School Musical, Despertar de Primavera, Teen Angels, Topa).
“Quería apuntar a la emoción, y es una premisa que laburamos mucho con Martina, que atraviese a los chicos, por eso decidimos tener 30 minutos de texto y que no todo sea musical. Por suerte el objetivo está logrado”, responde Del Mastro a PERFIL.
El boom Violetta goza de un éxito internacional que bate récords de rating y que se disparó con la emisión de la primera temporada emitida por Disney Channel. “El show en el extranjero es diferente –cuenta Del Mastro–. Es una nueva apuesta para que se pueda replicar en otros países, porque sino debería ir un avión, sólo para nosotros, y es carísimo. La historia se va a achicar, será más musical y el texto se reducirá a 15 minutos; se harán tres canciones nuevas, y armaremos una apuesta con muchos videos, más cámaras en vivo, pantallas de LEDs, teniendo en cuenta que los lugares son más grandes, superior a 10 mil personas, los escenarios no tendrán ascensores ni Martina podrá volar por encima del público, quizás sólo se pueda realizar en Europa”.
En Chile dará seis funciones (viernes 11, sábado 12 y domingo 13 de Octubre) en el Movistar Arena, un moderno micro estadio con espacio para 10 mil almas sentadas en la Capital trasandina. Los tickets –agotados en cuatro semanas– tienen un costo local de $ 18.400 lo que equivale a US$ 36 y los padres de las fanáticas más afortunadas pagaron $ 172 mil por una platea, lo que equivale US$ 342.
Martina Stoessel y todo el elenco darán tres recitales en Brasil, los días 26 y 27 de octubre en Credicard Hall, teatro ubicado en el barrio Santo Amoro de San Pablo, y con espacio para 7 mil personas. “El actor brasileño (Samuel Nascimento) sería una especie de hilo conductor del show y cantará algún tema, lo mismo pasará con los personajes de León y Diego, que son españoles, y tendrán mayor protagonismo cuando pisemos España”, afirma el director. El ingreso más barato sale 120 reales, similares a US$ 53, y acceder a plateas preferenciales cotiza a 600 reales, unos US$ 268.
En Uruguay, Violetta se presentará en el Teatro de Verano Ramón Collazo de Montevideo con una capacidad de 4.218 espectadores. Las entradas más caras –shows programados para el 1 y 2 de noviembre– cuestan a peso nacional $ 2.729, lo que significan US$ 184, y la más barata $ 990, que representan US$ 47.
El musical sigue sumando fechas: se confirmaron Paraguay, 28 y 29 de septiembre en el Polideportivo Sol América; Perú, una función el 6 de noviembre en el Jockey Club de Lima; en el mismo mes se harán fechas en Venezuela y México; están negociando funciones en Guatemala y República Dominicana, y desde Centro América cruzará el océano Atlántico para presentarse en España, Italia, Turquía, entre otros.
Aquellos que no podían venir a Buenos Aires agotaron los tickets para los shows en Rosario, Córdoba, Neuquén y Mendoza con varios meses de anticipación. Aunque el precio se encareció. En los cuatro recitales que dará Violetta –el 6 y 7 de octubre en el Metropolitano rosarino– los precios de las generales subieron de $ 150 de $ 180 y de $ 350 a $ 450, mientras que tres días después, en Neuquén, la más barata para ver a Stoessel y los suyos tiene un piso de $ 250 y agregaron un intermedio de $ 320 y $ 350. También, el micro Estadio Ruca Che, agotó sus localidades.
La inversión se ve en la puesta en escena: veinte canciones, 12 artistas Disney, diez bailarines, 300 cambios de vestuario, pantallas LED, vuelos y despliegue multimedia. El extremo más cercano al público se eleva a cinco metros del piso como también dos individuales de la parte posterior, utilizados por bailarines y músicos. En el centro del mismo suben y bajan escenografías para diferentes cuadros o para desaparecer a alguno de los protagonistas. La banda –compuesta por seis músicos de nivel– le da calidad sonora en vivo, y la técnica de iluminación acompaña con sensibilidad al relato de la historia en la que se destacan la villana Ludmila (Mercedes Lambre) y la propia “Tini” Stoessel. “Martina es una gran artista –afirma Del Mastro–. Creo que debe seguir estudiando y es un tema que lo hablé con ella y sus padres hace poco, tiene un talento innato para llegar donde quiera, incluso para trabajar en EE.UU“.
Los incalculables ingresos y movimiento de dinero que produce el fenómeno Violetta se “materializan” en la zona del Gran Rex. Desde el bajo o desde el Obelisco, se convierte en una odisea poder caminar en un extenso mar de color violáceo a una estatura de 1,30 metros. A lo largo de 100 metros, hay padres, madres y unos cincuenta vendedores ambulantes ”no oficiales” ofreciendo banderas, todos apostados cerca de la entrada del teatro. Los precios de la vereda son más “populares”: $ 20, remeras $ 50, morrales $ 40, vinchas $ 10. “Vendo treinta banderas por día, y cuarenta vinchas como mínimo. Estaré todas las funciones hasta que termine en septiembre. Me sirve muchísimo”, dice Juan Carlos, un santafesino que reside en Lomas de Zamora.
En el hall del Gran Rex, las boleterías están abarrotadas de padres que pagaron con varias semanas de anticipación por internet y otros se la juegan al azar y preguntan si se liberaron algunos asientos, a lo que los vendedores se cansan de responder “no hay más”.
“He visto pagar $ 2.700 por tres entradas en reventa”, revela un personal de la sala. Hay siete expendedores de merchandising oficial: remeras, CDs, DVDs, de la primera y segunda temporada, cuadernos, revistas. “Cada uno recaudamos 20 mil pesos por día“, dice una de las vendedoras tras guardar 600 pesos que recibió de dos madres que le dan el gusto a sus cuatro “piojitas”.
Ya dentro de la sala, no cabe un alfiler. En la fila 19, Virginia, una mamá de 34 años, cuenta que es de Alsina, partido de Baradero, y que trajo a su hija Jazmín y a su sobrina Meiling, dos chiquitas de 8 años fanatiquísimas de la serie “que no se pierden nunca” y que hasta se pintaron la cara de color violeta. “Vine ayer sin tickets y me tuve que volver porque no conseguí. Hoy tuvimos suerte. Todavía no sumé el gasto pero la movida de ir y venir, entradas, comer, me costaron unos $2 mil“, calcula Virginia, minutos antes de que se abra el telón.
Sentados en la fila 18, una familia de Porto Alegre, pagó $2 mil por las cuatro ubicaciones. “Mi hija más grande, Valentina (8), sabe hablar en español por Violetta. No hay un día que se pierda la serie en la TV. En Brasil todo el mundo pequeño lo mira, hijas de mis colegas y amigos. ¡Todos!”, dice Fabio, abogado, casado con Jiullete, de profesión dentista.
El bullicio agudo muta hacia gritos ensordecedores cuando, a las 14.38, se apagan las luces y comienza el show con pases de bailes, saltos acrobáticos, guitarras. Una pizca de explosión energética inicia en camino ascendente durante los 90 minutos que dura el show y que no decae en los pasajes más románticos en que Violetta comparte escenas con sus dos enamorados, León y Diego, interpretados por los actores españoles Jorge Blanco y Diego Domínguez.
La primera ovación llega de inmediato cuando aparece Violetta, en una especie de ventana a diez metros del escenario, desde donde Martina Stoessel canta el éxito de la segunda temporada Hoy somos más. “Queríamos que tenga una historia similar a la de la TV pero con un valor agregado que sólo te da el género teatral. Esa fue la premisa entre la gente que hace la ficción y Live, la empresa responsable de las adaptaciones de un género televisivo al teatral”, afirma Ariel Del Mastro, director artístico de Violetta en vivo, y con basta experiencia en espectáculos para chicos (High School Musical, Despertar de Primavera, Teen Angels, Topa).
“Quería apuntar a la emoción, y es una premisa que laburamos mucho con Martina, que atraviese a los chicos, por eso decidimos tener 30 minutos de texto y que no todo sea musical. Por suerte el objetivo está logrado”, responde Del Mastro a PERFIL.
El boom Violetta goza de un éxito internacional que bate récords de rating y que se disparó con la emisión de la primera temporada emitida por Disney Channel. “El show en el extranjero es diferente –cuenta Del Mastro–. Es una nueva apuesta para que se pueda replicar en otros países, porque sino debería ir un avión, sólo para nosotros, y es carísimo. La historia se va a achicar, será más musical y el texto se reducirá a 15 minutos; se harán tres canciones nuevas, y armaremos una apuesta con muchos videos, más cámaras en vivo, pantallas de LEDs, teniendo en cuenta que los lugares son más grandes, superior a 10 mil personas, los escenarios no tendrán ascensores ni Martina podrá volar por encima del público, quizás sólo se pueda realizar en Europa”.
En Chile dará seis funciones (viernes 11, sábado 12 y domingo 13 de Octubre) en el Movistar Arena, un moderno micro estadio con espacio para 10 mil almas sentadas en la Capital trasandina. Los tickets –agotados en cuatro semanas– tienen un costo local de $ 18.400 lo que equivale a US$ 36 y los padres de las fanáticas más afortunadas pagaron $ 172 mil por una platea, lo que equivale US$ 342.
Martina Stoessel y todo el elenco darán tres recitales en Brasil, los días 26 y 27 de octubre en Credicard Hall, teatro ubicado en el barrio Santo Amoro de San Pablo, y con espacio para 7 mil personas. “El actor brasileño (Samuel Nascimento) sería una especie de hilo conductor del show y cantará algún tema, lo mismo pasará con los personajes de León y Diego, que son españoles, y tendrán mayor protagonismo cuando pisemos España”, afirma el director. El ingreso más barato sale 120 reales, similares a US$ 53, y acceder a plateas preferenciales cotiza a 600 reales, unos US$ 268.
En Uruguay, Violetta se presentará en el Teatro de Verano Ramón Collazo de Montevideo con una capacidad de 4.218 espectadores. Las entradas más caras –shows programados para el 1 y 2 de noviembre– cuestan a peso nacional $ 2.729, lo que significan US$ 184, y la más barata $ 990, que representan US$ 47.
El musical sigue sumando fechas: se confirmaron Paraguay, 28 y 29 de septiembre en el Polideportivo Sol América; Perú, una función el 6 de noviembre en el Jockey Club de Lima; en el mismo mes se harán fechas en Venezuela y México; están negociando funciones en Guatemala y República Dominicana, y desde Centro América cruzará el océano Atlántico para presentarse en España, Italia, Turquía, entre otros.
Aquellos que no podían venir a Buenos Aires agotaron los tickets para los shows en Rosario, Córdoba, Neuquén y Mendoza con varios meses de anticipación. Aunque el precio se encareció. En los cuatro recitales que dará Violetta –el 6 y 7 de octubre en el Metropolitano rosarino– los precios de las generales subieron de $ 150 de $ 180 y de $ 350 a $ 450, mientras que tres días después, en Neuquén, la más barata para ver a Stoessel y los suyos tiene un piso de $ 250 y agregaron un intermedio de $ 320 y $ 350. También, el micro Estadio Ruca Che, agotó sus localidades.
La inversión se ve en la puesta en escena: veinte canciones, 12 artistas Disney, diez bailarines, 300 cambios de vestuario, pantallas LED, vuelos y despliegue multimedia. El extremo más cercano al público se eleva a cinco metros del piso como también dos individuales de la parte posterior, utilizados por bailarines y músicos. En el centro del mismo suben y bajan escenografías para diferentes cuadros o para desaparecer a alguno de los protagonistas. La banda –compuesta por seis músicos de nivel– le da calidad sonora en vivo, y la técnica de iluminación acompaña con sensibilidad al relato de la historia en la que se destacan la villana Ludmila (Mercedes Lambre) y la propia “Tini” Stoessel. “Martina es una gran artista –afirma Del Mastro–. Creo que debe seguir estudiando y es un tema que lo hablé con ella y sus padres hace poco, tiene un talento innato para llegar donde quiera, incluso para trabajar en EE.UU“.
Por Gustavo Méndez | Diario Perfil
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