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El astro Diego Maradona aseguró que dejó de mirar a la selección argentina porque no cree "en quien la conduce" y confesó que sabe que va a "tener una revancha", al tiempo que acusó que lo "traicionaron" los jugadores que dirigió en el Mundial de Sudáfrica 2010

"Sufrí mucho en 2010 en Sudáfrica y desde ahí no veo la selección, no porque perdí el amor por mi país, por la camiseta, porque no creo en quien conduce la selección", disparó el `10` en diálogo con Hablemos de Fútbol, que se emite por ESPN, en referencia al entrenador Alejandro Sabella.

Luego Maradona fue más allá al referirse a su salida del cargo de DT argentino: "A mí me traicionaron, yo creí que el jugador de fútbol que yo dirigí iba a tener otra reacción, bancándome".

"Recuerdo la charla previa, hablamos que (Thomas) Müller siempre iba al primer palo y (Nicolás) Otamendi tenía que marcarlo a él, lo teníamos estudiado. Y en la primera pelota pierde la marca y nos hacen el gol", recordó sobre la derrota por 4-0 ante Alemania, por los cuartos de final del certamen ecuménico.

Y subrayó: "Yo pensaba que me iban a rescatar los jugadores, pero no tuve respuesta, pero tampoco es culpa de ellos. Yo también fui culpable por defender a alguien que creí mi amigo y me traicionó (en referencia a Alejandro Mancuso, su ayudante de campo)".

"Yo sé que (Julio) Grondona, (Carlos) Bilardo y todos van a pasar y yo voy a quedar. Voy a tener revancha en la selección", desafió.

Luego Maradona, reiteró sus críticas: "A los dirigentes de Argentina les interesa más dos partidos en Dubai, que les pagan fortuna, a ver la forma de entrenarse o formarse para ganar la Copa del Mundo".

"No hay apoyo a los pibes, ese es el problema. Los grandes no los apoyan, como ejemplo: en la selección juvenil tenemos al hijo de Grondona (Humberto), que le tirás una pelota de fútbol y se tropieza. En esas selecciones juveniles tienen que estar los mejores técnicos del país", graficó.

Y siguió: "Algo falla al notar que no participamos en las olimpíadas, en las que participó Burkina Faso y nosotros no. Hay un problema grave. Encima desde que se perdió el potrero se perdió la picardía que nos caracterizaba".

Allí surgió la figura de Lionel Messi y Diego pidió: "No hablemos más de si va a ser el más grande de la historia, dejémoslo caminar su carrera".

"No sé si será el más grande de la historia, lo que tenemos que estar centrados los argentinos es que hubieron tres en el podio: (Alfredo) Di Stéfano, Maradona y Messi", enfatizó.

Tampoco Boca Juniors quedó afuera del lupa del astro: "Boca hoy no tiene nadie serio que conecte a los defensores con los delanteros, si lo dejan jugar a (Fernando) Gago con libertad, sin capricho de nadie, eso se puede solucionar", resumió.

"Boca hoy no juega a nada, nadie lo hace jugar al fútbol, sólo hay problemas y nada más. Hoy los supuestos ídolos son muy llorones, al mínimo dolor ya no juegan y demás, no son ejemplo para los pibes", diferenció.

Después Maradona aconsejó: "Te hacés líder dentro de la cancha resolviendo jugadas, en el fútbol argentino no existen más los jugadores que se ponen un equipo al hombro. No hay 10 distintos que lleven el equipo adelante".

De su carrera, el astro rememoró: "El mejor Maradona fue el de Argentinos Juniors. Yo salía a la cancha con un gol de ventaja y también antes de los Mundiales en el Napoli".

"Los fines de semana era una bala porque me preparaba especialmente para los Mundiales para representar a mi país. Y el mejor equipo que integre en Argentina fue el Boca del `96, pero tuvimos mala suerte", manifestó.

También Diego habló de su paso por Italia: "Cuando llegué, (Michael) Platini estaba lleno y empecé a ganar todo. Yo lo retiré a Platini, no tenía ni un músculo, marqué tendencia en el fútbol italiano", detalló.

"A Platini lo cruzaba un defensor medio bruto y lo rompía todo, no sabía cabecear, no chocaba nunca, era inteligente, sí, pero no era un gran jugador", siguió.

Sobre los seleccionados que integró, Maradona afirmó: "La del `82 era, jugador por jugador, la mejor de la historia, pero no pudimos plasmar en la cancha lo que hacíamos en los entrenamientos".

"En el `82 el fracaso fue físico y mental. Falló el preparador físico de (César) Menotti (Ricardo Pizzarotti). Nos quemó a todos. Todos llegamos filtrados, no podíamos levantar las piernas", contó.

Y continuó: "Con la experiencia del `82, en el `86 con Fernando Signorini empezamos la etapa del alto rendimiento. Allí encontré la medida justa del entrenamiento y el convencimiento que tenía que ser el mejor del mundo".

"En el 94 teníamos un equipazo, pero mi doping fue un golpe psicológico del que no nos pudimos recuperar. El error fue de mi preparador (Daniel) Cerrini, que me dio mal un medicamento", cerró.
Télam 

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