Las CGT que dirigen Hugo Moyano y Antonio Caló insistieron con la "unidad" de las dos fracciones en que se halla dividido el sindicalismo peronista, mientras que el gobierno apostó también "a la unidad" de esos sectores.
Caló se expresó a favor de recuperar la "unidad en serio y no el amontonamiento", y el secretario adjunto de la CGT moyanista, el petrolero Guillermo Pereyra, remarcó a DyN que es una "cuestión de tiempo" el acercamiento en el gremialismo peronista.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, por su parte, aseguró que el movimiento obrero "es un claro aliado estratégico de todos los esfuerzos y políticas que ha puesto en marcha este gobierno", por lo que subrayó que en el Ejecutivo nacional se "apuesta a la unidad" de la CGT.
"La unidad del movimiento obrero es una aspiración permanente sistemática e histórica en la Argentina", afirmó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien señaló que "no conviene" un gremialismo "dividido".
La fractura del sindicalismo peronista se formalizó tras la decisión del Ministerio de Trabajo de anular las elecciones que le otorgaron la reelección a Moyano como secretario general de la central obrera, ante una impugnación que presentaron los cegetistas afines al gobierno, agrupados en los "Gordos", los independientes y los ex moyanistas.
Desde aquel quiebre, la presidenta Cristina Fernández y los funcionarios de su Gabinete sólo recibieron a Caló y los dirigentes de su central obrera, mientras que Moyano reestableció lazos e inició un plan de lucha conjunto con la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, y la CTA de Pablo Michelli.
"Todos aquellos que tengan la vocación de defender los intereses de los trabajadores tienen los brazos abiertos", reiteró Pereyra al ser consultado por DyN sobre la posibilidad de volver a unir a la CGT.
El segundo de Moyano destacó que "siempre hay contacto con los dirigentes" de la central obrera oficialista y, al término de una reunión del Consejo Directivo de CGT de Moyano, adelantó que "es una cuestión de tiempo" que ambos sectores vuelvan a estar juntos.
"Si llega la oportunidad y las condiciones están dadas como para hacer la unidad en serio no el amontonamiento como merecen los trabajadores los compañeros de esta CGT, lo vamos a acompañar", prometió Caló.
El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se mostró como un "promotor de la unidad del movimiento obrero", pero aclaró que hasta ahora "no hubo ningún acercamiento" con el moyanismo.
"El que dijo que hubo acercamiento que se haga cargo, porque de mi boca ni de adentro de la CGT tampoco salió", insistió Caló.
En similares términos se pronunció el secretario gremial de la CGT oficialista el ex moyanista Omar Viviani quien expresó que "no hay trabas, pero tampoco hay una conversación seria" para lograr "la unidad del movimiento obrero".
"La unidad del movimiento obrero está siempre latente y en el pensamiento de muchos dirigentes", amplió el taxista, quien se diferenció con el paro y las medidas de fuerza que impulsa Moyano para reclamar la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias de los trabajadores, la universalización de las Asignaciones Familiares y la transferencia de los fondos de las Obras Sociales sindicales.
"Hay compañeros que están tratando con los distintos ministros los temas que están pendientes", explicó y, aunque reconoció que se espera "una pronta solución", aclaró que desde la CGT oficialista "no le vamos a poner plazos" al gobierno.
DyN | El Litoral
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