Interpreta
a Jorgito en la telenovela brasileña, y esta semana hizo explotar las
redes sociales. Es modelo, deportista y... ¡muy bonito!
Mientras la audiencia de Avenida Brasil sigue creciendo, los que también crecen son los chicos. Y Patata, aquel niño pícaro y de buen corazón que protegía a la pequeña Rita de las desventuras del basural, se convirtió en Jorgito, el sex symbol de la ficción más vista de la tele por estos días.
Así como en la primera semana de la telenovela brasileña en la pantalla de Telefe (a las 16.30), los laureles fueron para Rita, la temperamental huerfanita encarnada por Mel Maia, después del salto de doce años que pegó la historia, las redes sociales explotan ahora con comentarios sobre Jorgito, que de diminutivo apenas si tiene el nombre.
Ex modelo, surfista, bicampeón de jiu jitsu, mezcla perfecta de portugueses, suizos y nativos de la Amazonia, el actor Cauã Reymond tiene un personaje que atrae tanto por sus complejidad emocional como por sus evidentes atributos físicos.
Jorgito es hijo biológico de “la mala”, Carmina (Adriana Esteves), pero no lo sabe. Fue abandonado por su madre y el amante de ella en un enorme basural a cielo abierto (un universo en sí mismo, con su capanga, su líder buena, su ejército de niños explotados), y rescatado años después por la misma mujer que, devenida “señora” y millonaria, lo va a buscar y lo adopta, aunque sin dar a conocer su identidad. Los días adultos de Jorgito no son fáciles. Tiene una promisoria carrera futbolística, una novia hermosa, un departamento propio, un auto y una relación absolutamente conflictiva con su madre. Además de peligrosos episodios de sonambulismo.
Entonces llega Nina a la mansión paterna, bajo las ropas de una chef argentina, y dispuesta a cobrar venganza. Porque Nina (Debora Falabella) es Rita, aquella otra víctima de Carmina, aquella con la que Patata se casó de mentiritas en la infancia.
A Caua Reymond el ojo experto ya lo había descubierto en El color del pecado (2004), donde el muchacho -entonces de 24 años- hacía de uno de los hermanos del galán, Reynaldo Giannechini. Pero su carrera había empezado de adolescente, modelando para las mejores marcas en San Pablo, Londres o Milán. Actualmente Reymond acredita once películas y telenovelas como Passione, La favorita, Bellisima y varias más, aunque sin dejar de ser modelo.
Avenida Brasil lo convirtió en protagonista y la miniserie Amores robados, que la Globo estrenará el 6 de enero, lo ubica definitivamente en el lugar de las estrellas.
Mientras la audiencia de Avenida Brasil sigue creciendo, los que también crecen son los chicos. Y Patata, aquel niño pícaro y de buen corazón que protegía a la pequeña Rita de las desventuras del basural, se convirtió en Jorgito, el sex symbol de la ficción más vista de la tele por estos días.
Así como en la primera semana de la telenovela brasileña en la pantalla de Telefe (a las 16.30), los laureles fueron para Rita, la temperamental huerfanita encarnada por Mel Maia, después del salto de doce años que pegó la historia, las redes sociales explotan ahora con comentarios sobre Jorgito, que de diminutivo apenas si tiene el nombre.
Ex modelo, surfista, bicampeón de jiu jitsu, mezcla perfecta de portugueses, suizos y nativos de la Amazonia, el actor Cauã Reymond tiene un personaje que atrae tanto por sus complejidad emocional como por sus evidentes atributos físicos.
Jorgito es hijo biológico de “la mala”, Carmina (Adriana Esteves), pero no lo sabe. Fue abandonado por su madre y el amante de ella en un enorme basural a cielo abierto (un universo en sí mismo, con su capanga, su líder buena, su ejército de niños explotados), y rescatado años después por la misma mujer que, devenida “señora” y millonaria, lo va a buscar y lo adopta, aunque sin dar a conocer su identidad. Los días adultos de Jorgito no son fáciles. Tiene una promisoria carrera futbolística, una novia hermosa, un departamento propio, un auto y una relación absolutamente conflictiva con su madre. Además de peligrosos episodios de sonambulismo.
Entonces llega Nina a la mansión paterna, bajo las ropas de una chef argentina, y dispuesta a cobrar venganza. Porque Nina (Debora Falabella) es Rita, aquella otra víctima de Carmina, aquella con la que Patata se casó de mentiritas en la infancia.
A Caua Reymond el ojo experto ya lo había descubierto en El color del pecado (2004), donde el muchacho -entonces de 24 años- hacía de uno de los hermanos del galán, Reynaldo Giannechini. Pero su carrera había empezado de adolescente, modelando para las mejores marcas en San Pablo, Londres o Milán. Actualmente Reymond acredita once películas y telenovelas como Passione, La favorita, Bellisima y varias más, aunque sin dejar de ser modelo.
Avenida Brasil lo convirtió en protagonista y la miniserie Amores robados, que la Globo estrenará el 6 de enero, lo ubica definitivamente en el lugar de las estrellas.
Clarín
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