Foto Ilustrativa: cosasdeautos.com.ar | |
Investigadores de
la UNL trabajan en prototipos de soluciones catalíticas para la
eliminación de componentes del humo negro. Recientemente, la OMS
clasificó a estas partículas en la máxima categoría de riesgo debido a
la evidencia sobre sus efectos en la salud en humanos.
Eliminar
las partículas, especialmente las más pequeñas, que componen el humo
negro que liberan los motores diesel es el objetivo de un grupo de
investigadores de la UNL y el Conicet desde mediados de los ‘90. Sin
embargo, este trabajo cobra una nueva importancia ahora ya que, tras
años de sospechas, finalmente la evidencia reunida permitió a la
Organización Mundial de la Salud clasificar a estas partículas como
“cancerígenas para el hombre”.
“Los
catalizadores o los filtros que se usan a nivel nacional lo fabrican
unas pocas empresas y son muy caros, por eso estamos trabajando en el
desarrollo de una alternativa más económica que se pueda realizar en la
región”, explicó Eduardo Miró, docente e investigador de la Facultad de
Ingeniería Química (FIQ) en declaraciones en LT10, Radio Universidad.
El
trabajo comenzó con catalizadores en polvo, pero resultaban de muy
difícil aplicación en los vehículos. “Ahora, estamos desarrollando
estructuras que puedan ser dispuestas dentro de una carcasa o un
filtro”, contó Viviana Milt, miembro del equipo del grupo del Instituto
de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape), dependiente de
la UNL y el Conicet.
Según
adelantó, actualmente se encuentran abocados al ensayo de papeles
cerámicos catalíticos. “Son estructuras flexibles que resisten elevadas
temperaturas y podrían ser dispuestas y conformadas dentro de un
filtro”, señaló Milt en relación con la línea que encaran junto con
investigadores del Instituto de Tecnología Celulósica (ITC) de la FIQ.
Menos partículas
“Lo
que vemos como humo tras un colectivo o un camión son partículas en
suspensión. Tienen un núcleo carbonoso pero llevan adentro contaminantes
cancerígenos provenientes del lubricante o del mismo combustible que se
ha degradado en parte durante la combustión”, detalló Miró.
Estas
partículas no son todas del mismo tamaño y las más peligrosas para la
salud son las más pequeñas ya que, dadas sus dimensiones, son capaces de
penetrar los alvéolos pulmonares. Por ello se las asocia con el cáncer
de pulmón.
“La
forma más eficiente de trabajar con este material particulado es
colocar un filtro a la salida del caño de escape de modo que pueda
retener las partículas y de forma ideal, las pueda quemar para que no
sean emitidas”, dijo Milt.
Precauciones
La
nueva clasificación de la Agencia Internacional de Investigación sobre
el Cáncer que incluye a las partículas liberadas por los motores diesel
en el grupo 1, es decir, el de mayor riesgo no significa que cualquier
exposición derivará en un cuadro de cáncer. “El riesgo es el resultado
de la dosis (tiempo de exposición) por la peligrosidad inherente de la
sustancia. Afortunadamente, Santa Fe es una ciudad muy ventilada, a
diferencia de México D.F. o Santiago de Chile, por lo que se requieren
exposiciones de muchos años para llegar a afectar la calidad de vida”,
aclaró Miró.
“A
nivel mundial se sabía poco del efecto de las partículas. Había filtros
que disminuían la cantidad de material particulado que se mandaba al
ambiente pero dejaban pasar las más pequeñas que son las más
peligrosas”, subrayó Ezequiel Banús, otro de los integrantes del grupo.
Además,
destacó que recién las nuevas normas que se instalarán en Europa las
Euro 5- hacen hincapié en la restricción del material particulado.
Por Priscila Fernández Comunicación científica UNL - El Litoral
Publicar un comentario