El gobierno puede celebrar el ingreso de divisas. Pero las cifras revelan menos ventas industriales (el campo salvó la ecuación) y caída de inversiones que se necesitan para expandir la economía y generar más trabajo. (Foto arch.: Télam)
La balanza comercial registró en 2012 un superávit de U$S 12.690 millones, un 26,7 % más que en 2011. En diciembre el saldo comercial fue de U$S 529 millones, un 60 % por encima del resultado de diciembre de 2011.
Las exportaciones en 2012 cayeron 3% a 81.205 millones de dólares, mientras que las importaciones se redujeron 7 % a 68.514 millones.
El gobierno implementó durante 2012 una política que denominó de "administración de importaciones" para evitar una presunta invasión de productos que no podían ser colocados en otros mercados a partir de las crisis de países de Europa.
Sin embargo el sector con más baja de importaciones fue el de bienes de capital, que sufrió una caída del 16 % en la cantidad de ingresos al país. El gasto total en este rubro fue de 12.137 millones de dólares.
En piezas y accesorios para bienes de capital se produjo una retracción de 4 % (U$S 14.137 millones), igual porcentaje de caída que afectó a los bienes intermedios (U$S 19.995 millones).
Las compras de combustibles y lubricantes se redujo un 2 %, pero obligaron al país a una erogación de U$S 9.266. Respecto de las exportaciones, durante 2012 hubo una caída de 5 %, con sólo un rubro en alza, productos primarios, cuya venta al exterior por unidades subió 1 %.
Las manufacturas de origen agropecuario cayeron 8 %, mientras que las de origen industrial lo hicieron 5 % y las de combustibles y energía 1 %.
De acuerdo con la información oficial, el Mercosur continuó siendo el principal bloque comercial de transacciones para la Argentina. Desde allí se recibió el 28 % de las importaciones y se remitió el mismo porcentaje de mercadería.
Como segundo grupo aparece Asean, Corea, China y Japón, donde se compró el 22 % de las importaciones y hacia donde se embarcó el 17 % de las exportaciones. La Unión Europea tuvo una participación del 15 % del total en las exportaciones y del 18 % del total en las importaciones.
>>> 13 % aumentó la venta de productos primarios al exterior. Fue el único rubro de exportación que aumentó, a pesar del discurso contra la "primarización" de la economía. Fue por mayores ventas de maíz y de las mineras.
Antimodelo
El saldo comercial es buena noticia. Pero con menos exportaciones e importaciones, se reducen la actividad, la ocupación y la recaudación. Además, si no entran máquinas e insumos, no se expande la capacidad de producción del país para consumo interno y sustitución de importaciones. Y así tampoco se generan nuevos empleos. El relato admite el atenuante de la crisis internacional, pero omite la baja inversión externa directa e interna, ante incertidumbres monetarias (inflación) o institucionales (cambio de reglas). Una vez más los números que aporta el campo neutralizan los resultados relativos del modelo oficial.
Boudou cerró más las importaciones
El gobierno elevó al 35 % (máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio) los aranceles de importaciones para un centenar de productos. La medida se enmarca en un acuerdo de diciembre de 2011 de los jefes de Estado de la Argentina y Brasil, y tiene el aval del resto de los socios del Mercosur.
El decreto 25 de este año fue firmado por el vicepresidente Amado Boudou. La normativa alcanza a productos primarios y alimentos tales como kiwis, café tostado sin descafeinar, semillas forrajeras, grasas y aceites y vegetales. También se enlistan la margarina, atunes y sus conservas, jugos de tomate, hongos, piñas tropicales y whisky en botellas de menos de 2 litros.
El decreto incluye además a animales, tabaco, cremas de belleza y nutritivas y lociones tónicas. Incorpora partes de calzados, cerámicos, bijouterie de metal común y motocicletas que entre 250 y 800 centímetros cúbicos de cilindrada. También a juguetes, cepillos y escobas, encendedores de bolsillo, calentadores de agua y secadores de cabello, cafeteras y casetes de cinta para grabaciones analógicas, entre otros productos.
Brasil
El vecino país tuvo un superávit comercial de U$S 19.400 millones pero con déficit externo de U$S 54.000 millones, entre otras cosas porque los brasileños gastaron U$S 22.000 millones en el exterior. El rojo de cuenta corriente se compensó porque obtuvieron U$S 65 mil millones en inversión externa, lo que le permitirá acrecentar su base de expansión económica. Una diferencia significativa con los números del modelo en la Argentina. Además la deuda externa brasileña es de U$S 316.831 millones, menor a las reservas de U$S 378.613.
DyN | El Litoral
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