El jurista no aludió a los proyectos de "democratización" ni a las recurrentes críticas del kirchnerismo, pero reivindicó el derecho a fallar en contra de "las decisiones de las mayorías". También cuestionó el manejo de la pauta publicitaria oficial y el relegamiento de los jubilados. (Foto: El Litoral)
"Debemos sentar las bases para que nuestros hijos y nietos puedan decir lo que piensan, discutir libremente, sin que nadie los persiga".
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, encabezó esta mañana el acto por el 150º aniversario del máximo tribunal y brindó un discurso de alto contenido político, aunque evitó referirse concretamente a los proyectos de "democratización" del Poder Judicial que impulsa el gobierno nacional.
"La Corte no debe gobernar, debe ser consistente con las mayorías del pueblo, con el Ejecutivo y el Legislativo. Nunca hemos dicho al poder político lo que tiene que hacer, marcamos lo que es contrario a la Constitución", sostuvo. No obstante, dejó en claro que "las decisiones de las mayorías pueden ser declaradas inconstitucionales" si generan un conflicto "con los principios básicos".
Afirmó que "a algunos les parece ambiguo" que el máximo tribunal mantenga una posición "equilibrada", aunque apuntó que "no es buen juez" el que busca imponer su convicción frente a los conflictos. "No nos detengamos en peleas de vecinos", reclamó.
"Los constituyentes pensaron que debía existir un tribunal supremo, cabeza de este poder del Estado, y ese tribunal es esta Corte Suprema de Justicia de la Nación. Es este mismo estatus constitucional el que hace que nosotros debamos ser respetuosos de la diversidad y la pluralidad de opiniones que se dan en los distintos estamentos internos de las justicias federal, nacional y provincial".
Libertad de expresión
Lorenzetti defendió "el derecho a la libertad de expresión" y recordó que el Máximo Tribunal busca garantizarla desde "su fundación". También remarcó que el manejo de la publicidad oficial, que el gobierno reparte discrecionalmente, puede ser "un mecanismo de censura indirecta". Y recordó que la Corte propició la posibilidad de los "amparos", que la presidenta suele criticar.
Lorenzetti agregó que la "postergación de los derechos de los jubilados nos conmueve. Hemos cambiado la jurisprudencia y hemos consagrado el derecho a la movilidad".
Además, Lorenzetti habló del funcionamiento del máximo tribunal. "La Corte tuvo más cambios en cinco o seis años que en toda su historia. Estamos de acuerdo con que el Poder Judicial tiene que cambiar, en beneficio del pueblo. Nosotros hemos cambiado, nos hemos acercado a los jueces", aseguró.
"Hay que hacer más simple y sencillo el reclamo de justicia", pidió. "Necesitamos reformas legales para acelerar los procesos de la Justicia. Buscamos que haya más mediación y menos juicios", explicó.
"Es necesario que se nombren más jueces y que éstos hagan esfuerzos para que no haya demoras. El juez pasivo debe dejar paso al juez activo", lanzó.
El magistrado concluyó estableciendo que "lo que la Constitución quiere que hagamos es que defendamos un país con libertades personales, con igualdad, sin exclusión social, con sustentabilidad ambiental, sobre la base de una serie de principios que todos compartimos, sin perjuicio de nuestras diferencias. No debemos permitir otra frustración, otro ciclo pendular, nunca más y nunca menos".
Video institucional
En un video institucional difundido minutos antes del discurso del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, los restantes jueces hicieron una reflexión acerca de los 150 años del máximo tribunal.
"La Corte es el último bastión de defensa del Estado de Derecho. Por eso es un honor pertenecer al tribunal", afirmó Carmen María Argibay.
Por su parte, el ministro Carlos Fayt consideró que la Corte siempre "fue el baluarte de la Constitución Nacional" y "el defensor de la libertad de los argentinos". El juez, de 95 años, cumplirá 30 años como integrante del tribunal en 2013, y se mantiene en su cargo luego de haber impugnado la cláusula constitucional de cese de la inamovilidad a los 75.
En tanto, Elena Highton de Nolasco advirtió: "Este poder sigue convocando a los ciudadanos, parecía que hubo un momento de desazón, pero la gente siempre necesita a la Justicia".
"Después de 30 años de recuperar la democracia, la Constitución está bastante afianzada. El paradigma de la Corte es poner en práctica la reforma constitucional de 1994 con sus valores sustentados en los derechos humanos y la efectivización de la justicia social. El nuevo paradigma es el gran desafío que tiene la Corte", apuntó Juan Carlos Maqueda.
Contexto
Las palabras del titular de la Corte concitaron particularmente la atención política, por darse en el marco del proyecto de "democratización de la Justicia" que impulsa la presidenta de la Nación. El contenido de la iniciativa no fue dado a conocer, pero las opiniones circulantes en el oficialismo aluden a la obligación para los magistrados de revalidar sus cargos en exámenes periódicos, o el pago de impuesto a las Ganancias. En la últimas horas, diversos funcionarios nacionales lanzaron duros embates contra el Poder Judicial (ver pág. 4) y mañana se llevará a cabo una reunión de magistrados organizada por la procuradora Alejandra Gils Carbó.
Tragedias
"Hay un tema que nos preocupa muchísimo y sobre el cual hablamos en el discurso del año pasado. Cada uno de los argentinos tiene en su memoria y en su corazón, el nombre de una tragedia: 'República Cromañón', 'Lapa', 'Río Tercero', 'Once', 'Amia', 'Embajada de Israel', 'crímenes de lesa humanidad'. Las tragedias colectivas se transforman en tragedias judiciales porque las normas de procedimiento son antiguas, no están pensadas para las megacausas. Por eso es imprescindible convocar a los demás poderes del Estado, tanto nacional como provincial, para discutir un régimen procesal especial para estas tragedias, para que no veamos grupos de personas reclamando justicia año a año. Ese régimen también debe incluir a las acciones preventivas", sostuvo Lorenzetti.
TEXTUALES
"El juez que se mira a sí mismo debe dejar paso al juez que mira a la sociedad".
"La Corte es un lugar donde se expanden derechos y se abren las puertas para cooperar en la transformación de un país".
"No sólo debemos cuidar la memoria, sino también sentar las bases para que nuestros hijos y nietos puedan decir lo que piensan, discutir libremente, soñar con cambiar el mundo, sin que nadie los persiga".
"Nuestra misión no es dejar un registro para las crónicas policiales de peleas entre vecinos; nuestra misión es dejar un registro para la historia. Por eso es que debemos concentrarnos en los grandes temas del país, que preocupan a nuestro pueblo y preocuparán a las futuras generaciones".
"La Corte debe ser la casa de todos los argentinos, porque debe garantizar sus derechos y expandirlos".
El Litoral
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