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Ayer se desarrollaba en Venado Tuerto una asamblea rural que iniciará el camino de ideas hacia una protesta nacional que marcará la Comisión de Enlace en este mes. Francisco Mayoraz analizó la compleja campaña agrícola y ganadera que atraviesa Santa Fe, desde Carsfe.



Anoche, se realizaba en la Sociedad Rural de Venado Tuerto el primer encuentro en Santa Fe que comenzará a ordenar una opinión provincial sobre la realidad productiva rural, que servirá para ser volcada en las próximas semanas, cuando la Comisión de Enlace visite este territorio para definir acciones de protesta ante la mala política gubernamental.


Una asamblea encabezada por Rubén Ferrero, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas; y Francisco Mayoraz, titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, había comenzado a marcar ayer el ritmo del reclamo que pretenden los productores y a partir de lo cual accionarán las gremiales del sector.


A modo de anticipo, Mayoraz dialogó con LA OPINION, sobre la problemática rural que rige en la provincia.


"A pesar de todos los contratiempos que se nos presentan, estamos tratando de ir para adelante". Esta definición tiene sentido al mirar la perspectiva de la campaña gruesa. "En la zona centro-sur hacia el oeste sufrió una inundación muy importante, donde hay muchos lotes que se perdieron, de los cuales también en muchos casos no se pudieron resembrar. A esto se suma que en el norte se mantiene la sequía que viene desde 2008, por lo tanto, la campaña de granos gruesos va a tener rindes por debajo de lo que fue 2012, aunque aún falta un tiempo para que termine la maduración final de los cultivos".


El dirigente remarcó que en la medida de lo posible, el Ministerio de la Producción acompaña las problemáticas que se van presentando, pero como en el caso de la sequía, las emergencias se declaran inmediatamente, mientras que las homologaciones nacionales de los últimos años, no aparecen. Por lo cual "muchas veces los trabajos que se logran en la provincia, se ven truncados a nivel nacional", remarcó.


Claro que el clima, las retenciones y las políticas son las que marcan un ritmo regresivo, que ya se verá con una campaña que rasguñará los 96 millones de toneladas.


"En lo que es campos alquilados, la soja que es el cultivo más elegido porque a pesar de las quitas del Gobierno y los controles, es el que permite mayores ingresos, tiene números finales que dan muy cerca, no se permite una rentabilidad como hubo en otras campañas". Lo que analiza Mayoraz es que "si los rindes están cerca de los 37/38 quintales, el productor agrícola va a estar muy complicado; y en la zona más pegada a la de otras actividades, siempre va a terminar siendo la agricultura la alternativa para no perder demás y poder seguir viviendo del campo".


En cuanto a la ganadería el declive es similar. Según el presidente de Carsfe, "al estar muy difícil la colocación de exportaciones, se complica la venta del novillo gordo. La invernada se mantiene a un precio relativo, entonces estamos con los valores de hace dos años atrás, con una inflación de al menos 25 por ciento, que aumentan los costos de producción". Entonces se genera una consecuencia inevitable, que se había frenado por algunos meses. "La retención de vientres se perdió, con la falta de competitividad al productor ya no le conviene conservar las madres y volvió a venderlas, con menos kilos, de forma anticipada, para poder juntar el dinero que los haga cumplir con las presiones fiscales", lo cual determina un final al proceso de estabilidad que venía presentando este sector de gran influencia en el norte provincial; y así se vuelve a alejar el anhelo de recobrar el stock total de ganado bovino.


Iniciando marzo, el campo prepara el terreno pero para la lucha por sus intereses y derechos, teniendo en cuenta que su caja es la que sostendrá al país en los próximos meses.


Para Mayoraz, viendo el ánimo productivo general, no queda más que enunciar que "la situación está complicada", a pesar que "estemos casi acostumbrados a la presión a la que nos somete el Gobierno, pero lamentablemente tampoco nos acompañan las condiciones climáticas". De este modo, "parece imposible poder conseguir subproductos, o productos con mayor valor y es por eso que la única manera viable es presionar". Mientras tanto, el camino deja a un lado a los más pequeños y medianos, que por debilidades económicas no resisten la espera de una mejora, a diferencia de los más grandes o los consorcios productivos.


Aguardando las definiciones a nivel nacional, pero también en el sur provincial, Mayoraz remarca esta intención que se arrastra desde el año anterior, que es la que indica que las entidades vayan a sustentar las voluntades de los productores. "Lo que debemos hacer debe surgir de las bases hacia arriba, para conocer bien la opinión de los productores. A partir de ahí se llevarán adelante las medidas consensuadas".


La Opinión

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