Un trabajo constante, a buen ritmo es el que se sigue cumpliendo desde el 1º de febrero de 2012 en lo que se conoce como el Viejo Mercado. (Foto: Diego Camusso | Diario La Opinión)
Lo que fuera originalmente el lugar de abastecimiento de alimentos en la ciudad, luego dándole lugar a la terminal de ómnibus, ahora empieza a erigirse como un complejo cultural, en el centro de la ciudad, que ya tiene un avance de obra del 65 por ciento.
Según lo confirmara a este Diario el secretario de Obras Públicas, Luis Ambort, en estas semanas "en el interior se está haciendo la colocación de aberturas, pisos, las instalaciones de agua, gas y en unos 15 días se va a comenzar con toda la instalación eléctrica, con todo el cableado". En tanto, desde el lado externo se avanza en "la reparación de la fachada, en San Martín y Ciudad de Esperanza".
En tanto, ya con la conexión interna de las calles San Martín y Sarmiento cerrada al tránsito desde finales de 2012, se comenzó a construir una estructura que albergará una cabina donde se ubicarán los generadores, más dos cisternas una con agua potable y otra para el agua de la napa, que alimentarán a los servicios del edificio, por completo.
Lo que considera Ambort es que "es una obra muy importante", para la cual "ya se llevan invertidos más de diez millones de pesos, con la idea de darle continuidad constante para que se termine lo antes posible". Lo cierto es que no hay plazo conocido para el trabajo, pero si se confirma el buen ritmo de avance, que generaría para el promedio de este año una conclusión de la misma, quizá extendiendo en algunos meses la idea original de finalización.
En cuanto a la cuadra de Ciudad de Esperanza, el proyecto inicial dispone cien metros de peatonal, con acceso vehicular para los frentistas, donde se generará un tratamiento especial del espacio, con la unificación de alturas respecto a veredas y calzadas, con adoquines para generar un paseo que permita utilizarlo de diversas maneras, tanto para espectáculos, presentaciones culturales, entre otras ideas.
Cabe señalar que en una etapa posterior de trabajo, donde se ubica hoy el frente del Museo de Bellas Artes, se proyectó una plazoleta a desarrollar, que servirá como uno de los ingresos al complejo.
La obra está en la calle, se la puede ver como crece cada día y así los rafaelinos podemos ir entendiendo cómo se va a ir fusionando con la actividad de la ciudad, más aún cuando invite a disfrutar de una unidad cultural que exprese el sentir local, de una manera especial, con las líneas históricas de la fachada y la renovación y uso de todos los espacios en su interior.
La Opinión
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