El ex Beatle se llevó sólo una libra. Otros artistas cobraron sus tarifas profesionales. Paul cerró el show con "Hey Jude".
El
ex Beatle Paul McCartney cobró sólo una libra (1,56 dólares) por cantar
en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres el
pasado viernes, al igual que otras estrellas como Mike Oldfield, Dizzee
Rascal o Emeli Sande.
Según
confirmó la organización, los principales artistas del espectáculo
diseñado por Danny Boyle se habían ofrecido para actuar gratis y
percibieron esa cantidad simbólica para posibilitar la firma de un
contrato entre las partes, como es habitual en estos casos.
Otros
actores y bailarines que participaron en la ceremonia, que fue alabada
por su originalidad y sentido del humor, cobraron sus tarifas
profesionales, si bien la mayoría del reparto lo formaban voluntarios,
de los 15.000 involucrados en los Juegos.
La
insignificante suma que percibieron las grandes estrellas como
McCartney contrasta con los precios de las entradas, pues las más caras
ascendieron a 2.012 libras (3.154 dólares)).
Además
del ex Beatle, que clausuró el “show” con “Hey Jude”, tocaron en la
noche del viernes los Arctic Monkeys, que triunfaron con su superéxito
“I bet you look good on the dancefloor”, Rascal, que interpretó su
pegadizo “Bonkers”, y el cantautor Frank Turner, que fue telonero antes
del espectáculo principal.
Aunque
actuaron casi gratuitamente, se espera en todo caso que los músicos que
actuaron en la ceremonia de apertura se beneficien de un aumento de las
ventas de sus álbumes.
EFE | El Litoral
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